martes, 22 de abril de 2008

El caso de Don P.

En cualquier calle hay coladeras...


Si, las veo a diario, pero no crean que hablo de los registros del desagüe. Hablo de los personajitos misteriosos a quien nadie nombra, pero que han metido mano en los turbios negocios de la empresa de Don P.


Don P era un cerebro andante, un genio en los negocios globalizados, director de una de las empresas más grandes del mundo entero. Resulta que Don P (y supongo que sus antecesores) se metieron en un montón de negocios que no prosperaban, pero que daban empleo a un montonal de personitas en el mundo, y como había de tener la pantalla de gigantes, se aventaron al ruedo sin medirle el agua a los tamales.


Nunca pensaron que las fronteras están ahí por un ciento de razones, no solo porque ahí se ven lindas, no crean que están solo para que paguemos cuotas de cruce o que las solicitudes de visa son nada más para tener la fotito en la cartera... no señores!!! Cada país tiene sus costumbres, sus mañas, sus negocios, y sobre todo su gente, tan distitna en todo... y aquí es donde más le falló a Don P. El pensaba que todo se manejaba como en el patio de su casa, donde le indicaba al jardinero dónde podar y éste podaba, le decía dónde plantar, y éste plantaba... nunca imaginó que en otros países los jardineros podaban donde se les daba la gana y sembraban más allá de donde podía acabar la barda de Don P. Y no solo eso, sino que las semillas que plantaban eran rancias, pero baratas, y podaban con tijera oxidada, en vez de navaja... así que lo echaron todo a perder.


Hoy Don P tiene quinientas arrugas más que el año pasado, esta metido en la coladera hasta el cogote, lo busca la ley en 5 continentes (si son 5, no se engañen), lo interroga la policía cada 15 minutos, es calvo de tanto jalarse la greña, aquel porte elegante con el que salía en los periódicos hace un par de años esta borrado.


Yo solo espero que sus padres hayan muerto de un coma diabético, de un infarto masivo, en un accidente automovilístico o algo parecido, porque cualquier muerte es mejor que morir de verguenza por lo que hicieron tus hijos. Y de paso los padres de todos aquellos jardineros que van en la estela que deja el sujeto.

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Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

  RESPIRA   Seguimos de pascuas!! Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo...