lunes, 23 de junio de 2008

Sueño antiguo.

Justo hoy que no puedo dormir -y aprovecho para descargar las ideas que me sobran- me acordé de un sueño recurrente y antiguo.

Ahí tienen que yo andaba muy feliciana por la vida, cuando de pronto me encuentro el primer edificio derribado... si... bien terremoto del 85 en pleno centro histórico... me jala un individuo hacia unas ruinas para escondernos de tremendas lagartijotas tamaño no me olvides!!! Y no eran dinosaurios ni godzillas, sino sencillas e inofensivas lagartijas de 10 metros de alto y unos 80 de largo con todo y cola... unas verdaderas y afortunadamente imposibles bestias.

Pues fíjense que a las lagartijas les gusta comer adultos, y como yo en aquella época era apenas una infante estaba inmune, pero en cuestión de días en la ciudad solo vivíamos puros chamacos y ni padres, ni maestros, ni nadie que nos dijera nada... nos tomábamos la libertad de vivir en un centro comercial y comer diario un reterico kentuky fried chiquen -de quién lo preparaba no me pregunten- pero era una vida deliciosa... sin contar el susto de estarse escondiendo de las lagartijas.

Que tiempos aquellos no? Lo mejor es que era un sueño que tenía a cada rato... pero ya dejé las drogas no se preocupen...

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Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

  RESPIRA   Seguimos de pascuas!! Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo...