Hoy me acordé de las costras =S
Me encontré en la mañana una costra en la rodilla. Chiquitilla, apenas se nota... no sé ni dónde me di el trancaso, el caso es que la costra ahí esta.
Y me acordé de mis costras rodillosas de la infancia, y de mis tías queriéndoles embarrar mil remedios, disque para que no me quedara cicatriz... la pomada verde, mertiolate, cremas, ungüentos, la esa cosa de la campana que ha de ser solo cebito, el lodo del cerro de la vírgen de las costras, las hojitas machacadas de no sé qué planta, baba de la tía embarazada, todos, todos los remedios... yo nunca me dejaba embarrar y no tengo cicatrices tampoco.
Me encantaba doblar la rodilla hasta que se desprendiera la costra... y ahí va de nuevo la sangre chorreando por la calceta verde del uniforme... que ociosa... pero eso era lo que provocaba ser la segunda en la clase, despuesito, claro esta, de santa Erika U. a quien mis respetos, cerebrazo siempre... espero siga igual... mientras tanto:
Aplauso a quienes se arrancaban las costras y sobrevivieron (en contra de las advertencias de las tías).
Y aplausos a Erika, a quien nunca pude superar en la primaria. . . . ¬¬
jueves, 24 de julio de 2008
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