martes, 1 de febrero de 2011

Comparo

No puedo evitar comparar...

Mi madre ha pasado durante su vida política cientos de desplantes y tratos gachos, supongo que por eso se niega a tratar igual a Fulanito de Abraham.
Me da el coraje de la vida no poder tratar igual a los demás, a la más pura Ley del Talión. Ojo por ojo... Jalada por jalada... Jeta por jeta...
El sábado no solo se saltaron el saludo, sino que casi casi corren para evitarme, quedando inevitablemente a mi vista pero de espaldas, no sea que me atreviera a ser cortés y decir "buenos días". Anoche, en cambio, a pesar de todo, lo saludan, lo besan, lo abrazan, le dan la mano para caminar en la calle y lo bienvenidan como si mereciera el trato que no me dan a mi ni la Princesa.
MEGA CHALE!! Que por más que yo sí los quiero, y nunca les he faltado al respeto de ninguna manera, ni a ellos, ni a los suyos, ni a su casa, me salen con semajantes mamadas.

Besos a la gente cortés, a los educados, a la gente bien, y sobre todo a mi mamá, que se ha tragado tanta cosa y sigue recibiendo a todos como no la reciben ni a ella ni a los suyos.

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