viernes, 15 de abril de 2011

El Zapato


Hace algunos muchos ayeres, encontré un blog que me costaba tanto trabajo leer... no porque esté mal escrito, sino porque lo leía a escondidas, y el formato siempre ha tenido letrita diminuta... ya a mi edad leer a escondidas sin lentes y con letrita diminuta no crean que es cosa sencilla...
Antier que estaba de metiche en una ya tradicional discusión por el costo de una apuesta entre compañeros de trabajo me acordé de una de las entradas de ese blog, se los dejo aquí para cuando se pongan los lentes, en donde habla de los zapatos que no te quedan.

Resulta que la apuesta es acerca del precio de venta de unos zapatitos que no le quedan a ninguno de los dos apostadores, que al no faltarles el dinero, lo pierden comprando zapatos que les van a lastimar las paturrias... qué necesidad??

Veamos, a la gran mayoría nos mueven nuestros pies, porque los hay, claro, a los que los mueven sus sillas de ruedas, o sus negros que los cargan para todas partes. Por lo tanto, como a casi todos nos mueven los pies, se inventaron los zapatitos para protegerlos del roce contra el piso que caminas. Luego entonces, por qué convertir esas fundas protectoras en verdaderos instrumentos de tortura??

Les digo?? Por fashion!! Jeje

Yo tengo poquitos zapatos para ser vieja, dos pares de huaraches de tacón, unas sandalias tejidas, un par de botas para pasto, un par de tennis, 2 pares de tacones cafés, 2 pares de tacones negros, 2 pares de tacones grises, 1 par de tacones colorados de charol, y unas botas azules para caminar (en mi casa se llaman doditos), unas botas altas, un par de botines y un par de crocs.

Ok, no son tan poquitos... pero son poquitos para ser una vieja normal.

De todos esos, no me pongo las botas altas, porque tengo el chamorro superdesarrollado y no me cierran, o si me cierran ya no puedo caminar, no me pongo los colorados porque son para eventos especiales y no tengo eventos especiales, no me pongo los grises claros porque son muy muy altos, no me pongo las botas azules porque no tengo días de caminatas sobre asfalto, y los demás en cuanto llego a mi casa los aviento para andar descalza...

Que necesidad entonces, de andar apostando por zapatos que te van a ampollar o que vas a botar en cuanto llegues a tu casa? Ninguna... no es la apuesta, sino el intercambio de pelotas (de golf, no sean cochinamente mal pensados, pelotas de golf!!).

Besos a todas las viejas que tengan en su closet, los usen o no, un par de tacones rojos.
(Prometo buscar el evento para usarlos pronto)


3 comentarios:

Cassiopeia dijo...

Hola Amalthy!
Preguntas quien tiene zapatos rojos?
YOooooooooooooo!
Tacones tan altos como los tuyos,no son...
SIEMPRE -desde que tengo uso de razon, o razon en uso- he tenido sandalias, huaraches, alpargatas, zapatillas deportivas y... zapatos rojos!!!!
Ahora, que no puedo caminar, tanto mi silla de ruedas como mi scooter son... ROJOS!
Abrazotes!

Amalthea dijo...

Esooo!!
La silla o la scooter valen como zapatito rojo, no hay vuelta de hoja! Eres de las mías, por fashion o por lo que sea!! ;P

Besos por tus buenos gustos (jejejeje)

Cassiopeia dijo...

Yeeeeeiiii!

Mujer, que me has dado tema de entrada para la casita que esta a punto de cambiar de nombre...

Del Evangelio según san Mateo 11, 28-30

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