Martes y jueves hay una chica de cabello muy esponjado que se adueña de una mesota para poner una maleta naranja, conectar su lap y su teléfono a los enchufes del poste, y gritar sus llamadas porque no escucha nada de lo que le dicen.
Hay cerca una prepa de uniforme café, que produce cardúmenes de chamacos que comen siempre en KFC.
Muchas mamás con sus carriolas creyendo que por conducir un vehículo con motor indio los demás deben cederles el paso.
Muchos oficinistas que casualmente conocen a T y se acercan a saludarla y platicarles su vida obra y milagro, y T les regresa la historia de su segundo bebé presumiendo que con dos sigue trabajando y sigue siendo chingona en lo que hace. Yo por eso nombré a T como la Reina de la Primavera, va caminando por el pasillo central saludando a la derecha, a la izquierda, comentando un "sonríele a esa, que es la que libera tal o cual cosa", a ese ni lo peles porque es el que nos traba los trámites de eso y aquello"...
Vemos muy seguido un par de muchachos que comen pizzas muy muy cabezones, hoy no llegaron, pero vimos un señor esperando su hamburguesa con una cabeza muy muy pequeña, me recordó esos muñequitos de cabeza de garbanzo que se ponen en la ofrenda de día de muertos. Espero que no encarnen esas cosas.
Luego ya comidos, paseados, criticados y saludados, salimos de regreso a la oficina, confiando en encontrar las 7 de la noche dentro de un cajón o traspapelados en un reembolso.
Besos a quienes tienen una cabeza de tamaño proporcionado a su cuerpo, nada para el resto porque dan cosa.
1 comentario:
Acepto el beso...creo!
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