miércoles, 27 de agosto de 2008

Calentará el sol tu alma...


Cuando Pepe nació nos dijeron que no saldría del hospital.
Cuando salió nos dijeron que no podía comer.
Cuando comió nos dijeron que no podría digerir.
Cuando digirió nos dijeron que no podría vivir.
Cuando vivió sencillamente nos inundó, como hace el sol al entrar a tu casa, quita el frío, desaparece las sombras, ilumina, cobija, hace crecer, aclara todo... no me alcanzaría el blog, ni un libro entero, para explicarles la maravilla de ser.

Ayer, a Lola la inundó su hija, cuando nació le dijeron que no podría caminar nunca... ayer caminó y hoy lloramos juntas.

Hoy me sigue faltando MI sol, aunque mi casa se alumbre con otros seres.

1 comentario:

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

Oooh, que bello post. Curiosamente acabo de volver a ver Gattaca, una filme profundísimo sobre lo que nos dicen que "no podemos hacer" y las barreras que traspasamos cuando lo hacemos.

saludos afectuosos!

Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

  RESPIRA   Seguimos de pascuas!! Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo...