Tengo una familia... bueno, tengo muchas... unas porque caí ahí, otras porque las elegí, y otra porque yo la hice. De las primeras es a la que me refiero, una de esas en las que caí.
Nadie te pregunta, claro, nadie pide tu opinión, si te parece o no ser o estar o formar parte, la cosa es que estas... y como has estado toda tu vida, te acostumbras, les hayas las formas, los modos... yo tengo una que la verdad no me gusta, me gustan algunas personas que la conforman, pero de cómo se tratan entre ellos me choca, sencillamente no comprendo ni cómo se atreven unos, ni cómo se dejan otros... así que cuando hice mi propia familia me hice la formal convicción de salir de esa que no me gusta, y ayer (bueno antier), dí el primer paso, pensé que me iba a costar un dedo, pero no, me salió tan desde el fondo del alma (más bien desde el hígado) el "no me importa lo que me digas o lo que pienses de lo que yo digo" que, wow... caramba... soy brava... y creo que la matriarca (a quien nadie osa respnoderle nada, solo obedecer) a la que se lo dije también le quedó claro porque no pudo contestarme nada.
Aplausos a mi, y a ver si ahora se les quita la maña de obligarme a saludarla... che vieja... ¬¬ y dejen que me haga otra porque no me voy a medir.
lunes, 18 de agosto de 2008
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