lunes, 5 de mayo de 2008

El Pollo de Pili

El Pollo de Pili era muy feliz viviendo con Pili. Hasta que un buen domingo, los padres de Pili la obligaron a ir a misa, fué cuando el sacerdote la bañó en agua bendita. Pili, sin saber los efectos colaterales del agua bendita, solo hizo un ademán de "Yanila... otra vez empapada...." y regresó muy feliciana a su casa.
Y aqui la teoría del daño colateral del agua bendita:
Cuando solo son unas gotitas en cada misa, te puedes quedar calvito, miren a mi jefe...
Cuando remojas los deditos en la pileta para persignarte, te crecen chuecas las uñas de la mano y con los años te salen jiotes, miren a Judith, mi catequista...
Cuando tienes en tu casa el frasquerío, invariablemente al rededor de los frascos todo se te cae, se chorrea o se embarra...
Cuando la dejas ahí en la pileta, se hace una costra de sal en el fondo... inexplicable...
Y por supuesto, lo que no sabía Pili... que si a ti te mojan con agua bendita a la salida de una misa, tus mascotas lo pagan, y tampoco sabía que los pobres pollitos son muy frágiles y sensibles... si... como lo estan pensando... el pollo de Pili murió al instante en el que le empezó a escurrir el agua bendita sobre un hombro.
Descanse en paz Pobre Pollo Piliesco.

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