martes, 21 de abril de 2009

Concurrencias

Me encanta hacer todo, pero odio a la gente. No, no me refiero a que me choque, cuando digo odio es que odio a la gente. Que conste que no dije que odio a las personas, sino a la 'gente' así en plural. Y creo que ya no lo quiero ni disimular más.

Ayer estuve a dos rayitas de comprarme un collar de piezas cuadradas, así nomás porque son cuadradas, porque son anaranjadas, y porque puedo comprarlo... pero no... error... me persigió una fulana con sus frases que se aprendió del manual "básicos I para vender a cuanta vieja se detenga en el mostrador", con lo que odio a la gente...
Ya venía medio siscada de dos tiendas de electrónicos anteriores donde te persiguen por si tienes cualquier pregunta, o por si te quieres robar las joyas de la corona. Esque uno ya no tiene la libertad ni el derecho de ver los aparadores, los anaqueles llenos de lo que sea, porque al menor movimiento (intencional o no) hay un fulano detrás que te da la explicación que nunca pediste, con lo que odio a la gente...
Pero eso si, cuando quieres un café y te atreves a pedir así nomás "un café" el fulano se queda ahí con cara de "soyrewey" sin cantarte el menú ni dar la menor explicación. Sisisi... ya sé que hoy en día un café no puede ser solo "un café", tiene que ser americano, capuccino, moka, latte, frappé, expresso, alto, grande, con doble shot, con cajeta, con vainilla, con crema batida, con chispas de chocolate blanco, de chocolate de leche, de chocolate amargo o sus combinaciones, luego, con canela, con azúcar, con splenda, con canderel, con popote, con palito, con leche entera, descremada, deslactosada... y cuando se te ocurre pedir "un café" nadie sabe qué caramba quieres, y se tardan los años en encontrar la tecla correcta, y se hace una filototota de gente, con lo que odio a la gente...

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Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

  RESPIRA   Seguimos de pascuas!! Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo...