jueves, 22 de enero de 2009

Prudencia

Ayer vi una peli que me recordó a mi primer perro, bueno, perra, una bull dog inglés, toda divina, que se llamaba Prudencia. Así que digan "uta ésta cómo se acuerda de todo" pos no, ya a mi edad, unos 60 avanzados, en la vigésima vuelta de uso de alma, pues como que ya la memoria falla un cachito... la cosa es que me acuerdo que casi se come completito el sillón verde de la sala, que le faltaba un pedazo de oreja porque mi hermana se lo arrancó de una mordida, que no tenía rabito, que le lloraban los ojitos, que quiso volar de mi azotea y se rompió una pata, que le ponían una pomada rosa en la pata rota y gotas y pomadas en los ojitos, que le hicieron una arrugoplastía en las ojeras porque se le metían las pestañas a los ojos, que una vez nos la robaron y mi papá la rescató de un club de peleas de perros, que sus arrugas eran calientitas, que se quedaba dormida sentada y azotaba al conciliar el sueño, que cambiábamos sus croquetas por mi atún, que era un poco prógnata... lo bueno que uno no se acuerda de sus perros, y mucho menos si ese perro fue el primero. Ojalá así me saliera la clase de historia ¬¬

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