martes, 21 de agosto de 2012

Las joyas de la corona

Hace unos días Mr.R me regaló unas joyas (uy que padre suena eso, aunque fueran de corcholata) para un evento. El dice que todas las mujeres debemos estrenar muy seguido joyas y tener flores que nos hayan regalado al menos una vez al mes, y como él lo dice, le creeremos todas... o no?!?!
El caso es que luego de usarlas unos días me dije a mi misma: "ya guarda eso, que sean o no 'dioro' traen las miradas de los raterillos" y que saco mi caja del tesoro. Ahí hay miles de miles (ok, exagero) de collares, pulseras, dijes, anillos, y cosas que no son joyas pero como si lo fueran, me encontré un collar con una perlota que me regaló un novio en la secundaria! unos anillos de una boda que se desbodó y que yo guardaré por siempre, unos broches plateados que compré por docena y que usaba en la prepa para cancelar el escote del uniforme que me parecía algo descocado, unos anillos de chaquiras que me regalaron en navidad, un collar de cáscara de coco que nunca me he puesto porque no es mi estilo pero que tomaron la molestia de comprarlo en una vacación a la que no me llevaron, una pulsera muy finísima que me regaló mi exvecino (esa si es de a devis!!) en fin... encontré tanto tesoro que decidí dejar afuera las nuevas joyas y usarlas de vez en diario, solo por el placer de tenerlas, y porque cuando muera mis hijos seguro verán mis tesoros preguntándose Por qué mi mamá guardaba tanta porquería!?!

Besos a quienes tienen una caja de tesoros cuyo contenido solo tiene valor para ustedes. Nada para el resto.

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