Los bichitos

Empieza el calor, y obvio los bichitos empiezan a pulular por todos lados.

En la escuela de la Princesa hay unos escarabajitos negros con rayitas amarillas y otros con un punto naranja en el lomo, muy bonitos, aunque pierden en canto cuando son millones en cada arbolito, y definitivo pierden todo lo demás cuando los chamacos aprenden a pescarlos y traen las manos y las loncheras llenas de bichitos.
Y te das cuenta de los mocosos que se convertirán en un futuro cercano en asesinos seriales, hay un enano que tiene tremendas ojeras y la piel pálida verdosa, que sale con palillo en mano a literalmente ensartar por la panza a cuanto bichito alcanza, otros más ecológicos que construyeron una 'barda' para que los bichitos no se salgan del árbol, y otros, como la Princesa, que buscan a toda costa ser la madre teresa y adoptan un bichito a la vez.
Primero fue uno que pescó durante el recreo y lo puso amorosamente en el tupper del cereal que le mando en el lunch, le dejó varios cuadritos de avena para que no pasara hambre, pero como la cajita cierra hermética se murió en un par de horas (con el drama que le sigue a cualquier muerte, claro). Así que el Princesito le hizo una casa más adecuada en un frasco lavado de mayonesa, con orificios en la tapa, hojitas y varitas, y claro, cuadritos de avena azucarada... ese bichito le vivió 5 días! creo que le haremos funeral y rezaremos los rosarios 9 días hasta que el Sr. Paramédico se digne a acompañar a la Princesa a cambiar el condenado bicho... mientras yo muero de la comezón cada vez que veo el frasco.