martes, 11 de febrero de 2014

Tu ausencia

Desde hace años, las familias "tradicionales" están en extinción, y el tema se ha convertido en millones de horas de discusiones feas, pero también discusiones lindas.

Llegar a un acuerdo sano sobre cómo, a qué hora, qué actividades se van a realizar, y demás detalles, con tu familia es un verdadero circo, aún cuando mamá, papá e hijos vivan bajo el mismo techo; de cuando no lo comparten es el tema hoy.

Vivir solos no funciona, ser un ente aparte en el planeta tierra, sencillamente no sucede, siempre hay alguien al lado, un miembro de tu equipo, sea cual sea el equipo. Sin embargo, tu equipo (de lo que sea) no sustituye lo que tu debes ser y hacer por ti mismo. Una vez escuché que un esposo (a) no es más que la persona que eliges para ser el testigo de tu vida, es decir, que es quien ve de primera mano la persona que has logrado ser a lo largo de la vida. Claro que éstas relaciones matrimoniales de por vida tampoco ya son una historia muy común, así que hay que adaptarse, algunas veces hay que seguir siendo equipo para algunas cosas y cambiar de equipo para otras.

Al divorciarse (o separarse), lo más lógico es que te pierdas parte de la vida del otro, dejas de ser su testigo, y cuando ese matrimonio tuvo hijos, por ende, te pierdes de parte (o del total) de la vida de esos hijos. Lo más normal es que haya un periodo de duelo y ajustes, está por demás decir que los acuerdos entre dos personas dolidas es complicadísimo -cuando logran llegar a algún acuerdo, porque también los hay quienes en pleno acto de cobardía se largan sin intentar siquiera-, que en el camino te llevas a gente entre las patas, que siempre a alguno le sobran palabras que no debieron decir nunca. Pero así es ésto, se llama vivir, y se aprende diario.

Lo menos padre de esos cambios de equipo, de esos ajustes de vida, es la ausencia en la vida de esos enanos. Hoy, sé de primera mano que no es padre ir cada domingo a ver a tu papá y escuchar que hable mal de tu mamá, no esta padre ser testigo del duelo de ambas partes -que a veces dura unos días, y a veces años-, no esta padre tampoco el cambio de dinámica por 24 o 48 horas -porque no es lo mismo vivir de diario con mamá, que pasar solo unas horas de visita con papá, o al revés, porque además, ambos necesitan ser y hacer las cosas tan diferente al otro como sea posible para confirmar su separación-. También tengo de primera mano, la sensación de ausencia de quien nunca visita, de quien con trabajos se presentó un buen día y luego sin explicación decidió ausentarse de nuevo. O de quien de plano, decidió jamás estar presente por cualquier razón.

Hoy, dentro del equipo de los amigos, hay que ser testigo de cerca/lejos de un ajuste de equipo, y sin poder meter la mano, hay que tenerla lista por si alguno se tropieza y cae, y solo podemos estar ahí, echarles porras, darles besos, y prometerles que éso que todos sienten ahorita va a pasar pronto, y que luego va a ser más fácil.

De mientras, y para que no se pierda mi papá de la aparición de mi cuarta cana, comemos el miércoles??

Besos a mis equipos, todos, los que fueron, los que son, y los que serán.
Nada para el resto.

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 Hace años que no dejo nada acá... éste quizá es el último. La vida me deja exhausta. Dos empleos, a veces 3, Princess y Gordito que siguen ...