viernes, 19 de noviembre de 2010

Lecciones de humildad...

Esta semana corta y dolorosa ha sido de grandes enseñanzas de humildad.
Las propias, que ni al caso dejarlas aquí, y las laborales, que tal vez a alguno de ustedes les puedan funcionar.

Para el concierto al que nos invita el "santopatronoh" se nos dijo que podríamos invitar a nuestras familias, y que participaríamos como empresa. Por supuesto, como era de esperarse, cuando es gratis todos se apuntan, así llevo un total de 989 almas a escuchar la casisinfónica.

Sin embargo, debemos todos, en un acto de humildad y confrontación con la verdad, recordar que las almas no son todas iguales, situación que me fue recordada con la frase "yo no llevo a mis hijos a un evento de Acceso General", porque no! no!! no!!! Dios nos libre de pertenecer al mismo estrato social que esos niños paridos por Venus y concebidos por Zeus... no señores!! no osemos acercarnos y contagiarles de nuestra peste. Y como saben, yo siempre necia, me atreví a comentarle a Zeus, que la gente que rodearía a los paridos por Venus seríamos los miembros de la empresa donde él trabaja, y claro, pendeja yo, se me contestó un "por eso". Así que espero que los pobres niños a) no lleguen, o b) si se atreven a llevarlos los lleven envueltos en egapack de pies a cabeza, así ni siquiera podrán respirar los mismos aires que el resto de la clase mortal.

La segunda lección que tuvimos fue mirar al Trío Galactico juntos de nuevo, galáctico porque se sienten estrellitas marineras, porque claro, fueron rescatados de la empresa que, aunque creamos lo contrario, no fue su culpa que quebrara, no no no, no nos equivoquemos, no quebró porque vendieran autos a los que se les cae el velocímetro por el tablero hacia el motor (cuando no se queda pegada la aguja y deja de medir), ni porque los medidores de gasolina no miden nada, ni porque los espejos retrovisores súbitamente se safan de sus bases, y muchísimo menos porque ellos mismos se inflaron sus sueldasos simplemente porque lo merecen, habiendo nacido bajo el signo de kalo, lo merecen, y por supuesto que lo que los rodeamos, simples guijarros de río mal pulidos, somos solo parte de la peste que no pertenece a la clase tapete, y por eso somos objeto de su merecido desprecio. Lo único bueno de su reunión renovada es que fulana volvió a sentir el amor desmedido por fulano al saberlo de regreso de dondefuere, y ahora comen juntos y de regeso se besan sus bocas en el estacionamiento cuando piensan que nadie los mira. A ver si fulana deja de entretener a Mengano para que llegue a su casa temprano con su mujer.

Salud por los de la altaalcurnia, porque la guillotina francesa se inventó para ellos.

Y besos para mi, que justo esta semana me hicieron falta.

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Del santo Evangelio según san Juan 3, 16-21

  Ésta homilía está pensada para las transmisiones en zoom, por eso algunas partes se refieren a "ventanas" o "Pantalla"...