miércoles, 15 de junio de 2011

Paz

Alguna vez han llevado a sus mascotas a una guardería? De esas veces en las que no te queda de otra más que llevarlos a guardar mientras te vas de viaje o tienes un enfermito en casa. Lo dejas y te quedas angustiadón, no es que te lo regresen hecho cenizas, pero regresa lleno de pulgas, flaco flaco, deshidratado, malhumorado, sentido contigo por haberlo abandonado... luego de eso juras que no lo vuelves a llevar ahí, y así, la próxima, porque seguro hay próxima, lo llevas a otra guardería diferente esperando que lo traten mejor.
Es muy mala la comparación, solo que pensaba en perras y se me ocurrió (si, soy maldita, ni modo).
Ahora que no me le acerco a las de la guardería del club chiquitibum bombitas, porque además no las necesito ni para los buenos días, me ha llegado la paz de saber que no hay nadie más que pueda contagiarme pulgas (o piojos, da igual), no hay más deshidratación por las diarreas que causan los corajes, y por supuesto el sentido de abandono se queda en el periódico mural al que, pobresito, siguen sin leer.

Será el alejamiento de las perras? ay no, perdón... de las guarderías insensatas, o éste nuevo proyecto de vida inmediato lo que me da tanta paz?

Mientras decido, besos a mi, dobles o triples, porque además nadie más los ha pedido! ;)

No hay comentarios:

Del Evangelio según san Mateo 11, 28-30

  Alguno de ustedes se ha sentido cansado? Yo sé que sí. Yo sé que todos hemos sentido esa sensación de “ya Señor por favoooorrrr”. De esa...