Yo ya no sé qué pase en mi final, quizá alguien ría, alguien llore, alguien diga un "que alivio", alguien diga un "ya te extraño", alguien no diga nada... y para el caso es lo mismo, porque yo no estaré ahí.
Ale murió, y solo me queda lo que me enseñó, lo que platicábamos por teléfono desde que se mudó lejos, las palomitas viendo el fut, el vodka con jugo de naranja (aunque en mi vaso solo había jugo de naranja), mis rescates de las fiestas de noche, las cosquillas que dolían, poder entrar a su casa sin tocar, saberme recibida siempre, saberme querida siempre...
Y aún así no es lo más gacho, y esque los velorios son una verdadera mierda... yo sé y entiendo pefectamente que cada quien maneja su duelo como se le da la gana, lo cierto es que en los velorios todo el mundo piensa que el que se sienta junto dice puras pendejadas, todos hacen como que no les duele, como que cambian de tema, como que estan ocupados, como que saben de todo, como que todo lo aguantan y total que nadie puede estar agusto, siempre se piensa que uno de los asistentes no debió llegar, que alguien que debió llegar estuvo ausente, que la que llora no debía llorar, que el que no llora debería ser un mar de lágrimas, y a todos critican, que si no vino de negro, que si los zapatos son abiertos, que si no se bañó, que si no se maquilló, que si no se peinó... en fin.
Así que he decidido tomar algunas medidas para mi fin, y las dejo aquí, en público, para que no digan que a nadie le avisé:
1.- Donen de mi cuerpo todo lo que sea útil: riñones, hígado, córneas, piel, hueso, uñas... todo.
2.- El dinero del velorio no se lo gastene en el velorio, mejor invitan a todos al cine con palomitas mientras sale mi cuerpesito del horno.
3.- Nadie tiene que uniformarse de negro, y es más, si llevan chones, bolso y zapatos rojos, mejor.
4.- No guarden mi cenizas en la vitrina, ni en una fosa, ni en un sótano de iglesia, de verdad que yo ya fuí a todas las misas a las que debía haber ido, mejor me riegan en la palmera del Maridelfi en Tequis, y si me quieren visitar lleven su traje de baño y me saludan desde la alberca con una piña colada a la mano.
5.- Lo más importante, no le digan al de junto "LO SIENTO" porque no es cierto, nadie sabe lo que se siente, y cuando alguien lo sabe, sabe que debe quedarse callado.
jueves, 19 de febrero de 2009
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Del santo Evangelio según san Marcos 6, 45-52
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2 comentarios:
Yo comparto la opinión de que eso de enterrarte por ahí o tenerte en la vitrina es una perdida de tiempo (y en muchas cosas de dinero)...
Me parecen buenas tus ideas, pero eso sí, espero que todavía vivas mucho tiempo y haya oportunidad de conocernos por ahí, casi casualmente.
un abrazo!
Concuerdo mucho contigo y de hecho si se pusiera pues mejor no avisarle a nadie... solo que se fue y a quien le pueda pues muy su propia pena.
pero por el momento disfrutemos mientras aun andamos por acá...
Un abrazo
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