domingo, 8 de febrero de 2009

Vueltas

Le di vueltas y vueltas al tema, desprenderse de un ser querido que no ha muerto es más complicado de lo que se piensa.

La cosa es que soy muchas cosas, pero tibia no, y es precísamente lo que intentaba ser en la casa que no es mía, pero como si lo fuera... o era... no puedo servir a dos amos, ni quedarme neutral ante dos bandos, o fría o caliente, nunca tibia, si me quedo tibia la odio sin razón, si me quedo fría lo pierdo sin sentido, mejor caliente y la mando a la chingada.

Muchos piensan que la edad de la punzada es entre los 12 y los 18, pero no, la peor edad son los inicios de los 20's, esos que se disfrutan al máximo porque piensas que ya superaste la pubertad, que ya eres grande, aunque en realidad no sabes nada, no te has ganado nada, no has crecido nada... piensas que los grandes grandes te deben hacer caso, aunque digas puras pendejadas, porque no has aprendido a quedarte calladita, piensas que lo que has decidido es lo mejor para ti, para el país y para el mundo, aunque solo lo decidiste porque el galán de la esquina te dió un panfleto... piensas que todos te deben hacer honores porque si, porque respiras, porque sabes ponerle chocolate a tu vaso de leche. La verdad es que no, que nadie te debe nada, y que no te van a soportar un ratote, que no has aprendido nada bueno, que tus compañías no te durarán más de 5 años y que vas a perder a un montón de gente en el proceso... y ya, se le acabó el veinte, me perdió en el proceso y tomaré partido de aquí en adelante.



Piensas que eres cabrona? Mírame sentadita reina, que te llevo un cachito de ventaja.

Con todo y conejitos cursis, por qué no?

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