Todos tenemos secretos, cosa que no queremos que los demás sepan, cosas que sabemos de los demás y que no debemos divulgar, y claro, cosas que divulgamos bajo el título de "no se lo digas a nadie".
Creo que ya estoy vieja... cuando alguien me dice: "Pero no le digas a nadie" ya mejor le contesto, entonces no me lo digas a mi tampoco, no necesito saber lo que los demás no quieren compartir.
Luego entonces, claro, de lo que sí me entero, porque tarde o temprano de todo se entera uno, me da coraje que no me hayan dicho a tiempo. Porque una cosa son los malaondismos de informaciones ajenas y otra son las noticias personales de amigos y familia (claro, suponiendo que la familia sea linda y buena onda).
Hoy tengo un coraje atravesado y provoca la falta de ganas de comunicar noticias.
Cuando me avisen de sus cambios de vida les cuento los míos. Mientras empiezo a entender eso de los saludos vacíos:
-Hola cómo estas?
-Bien y tu?
-Bien también
-Que bueno, bye.
Besos a quienes tienen su vida transparente y sin escondrijos.
Besos más para quienes YO nunca he sido un escondrijo (aunque me lleve entre las patas a un par).
Nada para el resto.
Pero NADA.
viernes, 14 de diciembre de 2012
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