De todo

Hoy he andado muy divagadora... o tal vez han sido los pendientes que se me acumulan por vaciar aquí... esta entrada será meramente depositadora de pendientes, ya luego, si quiero, me concentro en alguno de los temas... veamos...

Hace unos días leí que la suprema corte de justicia (así con minúsculas, porque las otras se ganan) dijo que se podía demandar a chamanes o brujos por fraude al cobrar y prometer lo que no va a suceder... yo quiero demandar al charlatán de Diego, que me dijo que pagando mi diezmo la iglesia iba a darle despensas a las viejitas de la colonia, me dijo que si rezaba a las 10:00 durante la cadena de oración judith se iba a convertir en buena y la espalda de juanqui se iba a enderezar, me dijo que si daba clases de todas sus teorías a los chamacos, ellos iban a irse al cielo... esos chamacos hijos del averno... en fin... ya que tengo a un abogado de cabecera, iniciaré mis procesos de demandas... y mientras me cambio a bruja, que cumplen igual pero es más divertido.

Hace otros días me pasé de buena gente y avisé cosas que les suceden a otros y que desconocían... pero que bruta... cuándo voy a entender que la buena gente no existe? que no debe preocuparme la vida y los hongos de los demás? que para la graaan mayoría es tan fácil mentir, engañar, y pendejear de a diario, y que cuando no les sale prueban una y otra y otra vuelta hasta que logran toda una comunidad de perjurios y hongos cultivados... tan lindos todos...

Apenas ayer, uno de los jefasos se lució con su internacionalización, le llamó un proveedor de habla inglesa y él con singular soltura lo bateó, pidiendo que le escribiera un correo y luego le llamábamos... la verdad es que el inglés del jefaso es tan entendible como mi francés, solo que yo si puedo admitir que necesito un traductor y no pierdo el tiempo haciéndome el que la virgen me habla -o el inglés-.

Hace algunos días más recibí un reclamo maternalista, no de La Princesa, sino de un imbécil que se quejaba de ella. Me reclama que La Princesa le escribió un mensaje por el facebook en el que le argumenta su falta de criterio hacia cierto tema del que luego les cuento... yo, en franco desconcierto me mantuve en silencio unos... 10 segundos... releyendo... pensando si pedir disculpas o darle mis condolencias... así que haré las dos cosas: discúlpeme por permitirle a La Princesa pensar, discúlpeme por permitirle a La Princesa hablar (y escribir y decir lo que le venga en gana)... y mis más sinceras condolencias por la madre que le tocó, porque no le enseñara a pensar a Usted y por tener treintaycuarenta y no tener valores fundamentados con todo y sus propios argumentos que defiendan esos valores, y porque una niña de 8 lo pueda superar en eso (también).

Tengo una compañera que de pronto me recuerda datos históricos, como por ejemplo, que en la Roma antigua, ante un juez, los romanos juraban decir la verdad apretándose suavemente los testículos con la mano derecha (de ahí la palabra Testificar), hoy por hoy, la verdad esta sub - valorada, tanto que tener o no testículos se ha vuelto lo de menos, y la palabra de los hombres no vale ya más que una bolsa de chettos (de las chicas) y que con lo que te queda de cambio te alcanza para una cocacola y un helado de limón. Recuerdo que en antaño (cuando las fotos eran blanco y negro y los niños salíamos a jugar en la calle con los vecinos) cuando alguien decía "palabra de honor" y resultaba mentira, perdía todo honor y credibilidad. Supongo que a aquellos que perdieron el honor desde entonces ya no les importa más seguir perdiendo lo que ya no tienen. Y aplica para todos eh!!

Hoy venía en la mañana haciendo un recuento de pendientes... y me acordé que tengo que negar un permiso y no sé cómo... cómo le dices que cuando jugaste lo hiciste con la mejor intención de ayudar aún cuando perdieras tu día de descanso, pero que ahora no quieres que te confundan con alguna de su grupito de... de... amigas??

Besos azules para mi solamente, regreso luego a completar ideas.