martes, 7 de octubre de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42

 Saben que éste evangelio lo repetimos dos veces al año? Solo aparece en Lucas así que, aunque ahora estamos leyendo a Lucas, no siempre coincide, pero siempre lo leemos, y cada vez que lo analizamos, que lo entendemos, salen cosas diferentes, salen homilías diferentes, salen oraciones diferentes. Hay varias razones para eso, pero hay una que me gusta mucho, y es que nosotros mismos somos diferentes, no me refiero a lo obvio, que tú y yo somos personas diferentes, si no a que nosotros mismos somos diferentes a los nosotros mismos del año pasado, de la vez pasada que nos tocó leer éste mismo pasaje del evangelio.

 Primero quisiera hacer notar una cosa, y es que en ningún lado Jesús le pide a Martha que deje de hacer las cosas, que deje de servir. Porque no se debe dejar de servir, las personas nacemos para servir, para ser útiles en algo, en lo que sea que te guste, en lo que sea que te salga mejor, en lo que sea que se necesite. Aunque hace notar que lo importante es lo que está haciendo María, que es escuchar primero.

 Vamos a llevarlo a una parábola actual.

 A quienes vivimos en la ciudad de México nos han tocado varios sismos fuertes, varios terremotos. Los dos terremotos más recientes son el del 85 y el del 17. En ambos casos, la tierra se sacudió, muchos edificios colapsaron, y muchas personas quedaron bajo escombros.

En ambos casos fue terrible.

En ambos casos, los mexicanos hicimos: 1ro, salimos corriendo para salvarnos, y 2do corrimos de regreso para ayudar.

 Después del sismo del 85, se generaron protocolos de seguridad, nos detuvimos a escuchar, aprendimos, nos entrenamos, hacemos simulacros, tenemos recursos preparados siempre “por si acaso sucede”. Puede ser que tengas una mochila con copia de tus documentos, puede que tengas una parte de tu despensa preparada para varios días, puede que tengas un botiquín de 1ros auxilios mucho mejor preparado del que tenías en 1984. Porque nos detuvimos, escuchamos, aprendimos, y eso nadie nos lo puede quitar.

Ahora, nadie dijo que estando preparados, cuando sucedió el sismo del 17 nos quedamos igual, quietos solo escuchando y mirando, NO!! Salimos a ayudar, actuamos cada quien aportando lo que sabía hacer mejor, y sobre todo: LO QUE SE NECESITABA HACER.

 Todos, desde el ingeniero que revisa el suelo de la construcción, el arquitecto que diseña, sí espacios bonitos, pero espacios resistentes sobre una ciudad donde sabemos que va a temblar algún día, el personal médico que sabe que aún saliendo de turno, si hay una emergencia de gran magnitud no queda más que dar media vuelta y regresar al servicio, tu y yo, que no somos ni bomberos ni enfermeras (bueno, algunos aquí sí son, pero los que no somos), sabemos qué hacer, cómo, cuándo, dónde, y si no sabemos, NOS DETENEMOS, ESCUCHAMOS, Y ACTUAMOS.

EN NOSOTROS hay una María que se detiene a escuchar y aprender, y TAMBIÉN hay una Martha que se remanga y actúa, y hace lo que sea que se necesite para servir.

 La tarea de hoy es encontrar el momento para ser María y el momento para ser Martha, y no renegar si te toca ahorita ser una u otra.

 

Que Dios nos ayude con eso.












Besos a las Marías que saben escuchar, y a las Marthas que saben actuar.
Nada para los que solo se quedan viendo sin hacer nada.

Del santo Evangelio según san Lucas 7, 19-23

 Si hacemos tantita memoria de los Evangelios que ya hemos leído durante el Adviento, podemos recordar que Juan hablaba desde hacía tiempo sobre Jesús, encaminaba a todos a seguirlo a Él, para cuando Juan envió a sus propios discípulos a preguntarle a Jesús si era el mero mesías, Juan ya estaba preso, y aún preso, con lo sereno que era Juan, seguía enviando a todos con Jesús, llevaba tiempo ya diciendo NO ME SIGAN A MI!! SÍGANLO A ÉL!!! Pero esque los humanos somos neciolines, la verdad. Y digo SOMOS neciolines porque no solo esas dos personas neceaban siguiendo a Juan en vez de a Jesús, hoy nosotros somos esos dos necios, a quienes se nos dice que debemos seguir a Jesús, y seguimos a medio mundo en vez de a Jesús. En éstos días que ya casi es Navidad y que las comidas y las cenas y los intercambios y las compras de regalos, podemos confundirnos, por no decir que podemos ponernos necios, y seguir al equivocado. Hoy podemos seguir al regalo más preciado, podemos poner toda nuestra esperanza en recibir el celu nuevo, en recibir ése libro al que le traigo tantas ganas, podemos perder el rumbo muy fácilmente. Lo decíamos hace 2 semanas, quién es nuestro influencer número UNO? De quién puedo estar segura seguro que no me va a soltar, con o sin celular!! Quién me va a acompañar cuando me enferme, cuando pierda mi trabajo, cuando… incluso cuando discuta con un amigo o con mi familia, en quién pongo mi esperanza, en quién estoy confiando… en la publicidad? En los regalos? En las fiestas? O es que el Adviento es justo mi tiempo para revisarme, plantear bien mi objetivo, recordar en quién pongo mi fe, y actuar conforme a eso. Será que el Adviento sea para eso? Ésa es la tarea ésta noche.












Besos a quienes saben que ésta es de un adviento anterior.
Nada para el resto.

Del santo Evangelio según san Lucas 9. 57-62

 El día de hoy pareciera confusa la invitación de Jesús, parece que sí quiere que le hagamos caso, pero como que nos desanima bien feo…

 Lo vamos a dividir en 3, tal como está el evangelio.

 Primero, alguien le dijo “te seguiré a donde vayas”, y estamos de acuerdo que es la meta? Justo ese es el objetivo!! Seguir a Jesús a donde sea que nos diga! Y Jesús responde “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza”

Parece que Dios nos quiere sin siquiera un lugar donde vivir, pero no, porque segurita estoy de que Dios no nos creó para pasar penurias, claro que quiere que tengas una casita y una cama segura en donde puedas descansar, pero, si tu objetivo solo es descansar buscando lo material, no

Tu cabeza, tu mente, tu corazón, no van a descansar. Así que, tarea 1, poner en orden la prioridad del descanso, primero la paz de tu alma y tu mente.

 Segunda parte, otro discípulo le dijo, “yo te sigo, pero déjame ir primero a enterrar a mi padre”. Jesús le replicó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios. Claro que Jesús no quiere que dejemos a los muertos sin santa sepultura, lo que pide es que no nos quedemos ahí, en la muerte, quedarnos sentados esperando a ver si hoy me muero porque como que ya siento que me llaman, ya tengo suficientes arrugas, ya es mi hora, y tantos otros pretextos que ponemos para no dejar a la muerte en su lugar, y ponernos a nosotros mismos en el nuestro, que es entre los vivos, gozando, disfrutando, buscando ser felices todos los días.

 Tercero, el discípulo que le dice “Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: “El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”. Y tampoco es que abandones a tu familia, es que no dividas tu corazón, tus intereses, sí creo en ti señor, pero el día primero me hago el ritual de la manzana y la moneda para la abundancia, y sí creo en ti Señor y te sigo, pero en luna menguante quemo una maraña de mi cabello para eliminar el mal de ojo que me pegaron en el metro, creo en ti Señor, pero traigo mi ojo de pancha, y mi pata de conejo en la bolsa para la suerte. Por fin, creo o no creo, le estoy entrando al 100 o me estoy haciendo maje??

 

Y cómo vamos con eso? Recapitulemos

 1ro. Asuntos materiales. Sigo a Dios para obtener más riqueza? O para compartir lo mucho o poco que tengo sin andarle contando los centavos?

2do. Estoy anunciando el Reino de Dios que es la vida plena desde hoy? O estoy en espera de la muerte, ahogado en depresión y tirándome al drama?

3ro. Estoy confiando en Su acción en mi? O temo su ausencia y me agarro de donde sea? Me dejo envolver por otros y me desvío de la palabra porque no estoy taaan tan segura de que Dios me quiere, me cuida, me hace triunfar en todo??

 

Hoy el Evangelio va de la fe de a de veras EN nosotros. Solo hay que decidir, dices que SI? Un Sí de verdad?

 Y que Dios nos ayude con eso.












Besos a quienes le bailan a Tlaloc cuando llueve, pero con el crucifijo colgando.
Nada para el resto.

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42

  Saben que éste evangelio lo repetimos dos veces al año? Solo aparece en Lucas así que, aunque ahora estamos leyendo a Lucas, no siempre co...