María guardaba todas esas cosas en su corazón.
Y tú y yo, qué guardamos en nuestro corazón?
Hoy primero del año celebramos la Solemnidad de María, no por
casualidad, si no por empezar. Saben qué hacemos a inicio de cada año no?
Hacemos nuestra lista de propósitos, le ponemos como cada año hacer ejercicio,
empezar la dieta, ahorrar, viajar, qué más? ________ los clásicos! O no?
Y ayer final del año qué teníamos en esa lista? Bueno, mi misma, éste año no hicimos ejercicio, tampoco hicimos dieta, no viajamos, tampoco ahorramos, no se nos dio ____, pero ya terminó, a ver si el próximo. Y hacemos como que no pasó nada terrible, nos deseamos todos amor, paz y salud y brindamos y cenamos y nos abrazamos. Eso hacemos cada año. Lo que no nos damos cuenta, es que sí nos quedamos con cosas, se nos van quedando, como a María, cosas en nuestro corazón, y no siempre nos fijamos en eso.
Vamos a pensar que
dentro de nosotros hay dos grandes almacenes, uno tiene muchos archiveros con
montones de documentos, algunos en orden, otros no tanto; esos son nuestros pensamientos,
nuestros conocimientos, en orden o no, ahí van a estar, se van a quedar en ese
archivero por siempre. Si los ordenas los vas a encontrar mucho tiempo después,
pero de eso hablaremos otro día.
El otro almacén, no tiene archiveros, tiene más bien cajitas de regalo,
muchas cajitas, unas muy bonitas forradas de tela, otras muy elegantes de
madera muy barnizada, otras cajitas más bien cochinas y desvencijadas, en esas
cajitas están nuestros sentimientos, esas cajitas tienen la fortuna o la
desgracia, de ser desechables, esas llegan y a veces se van, algunas se van a
propósito, y otras sin querer se pierden.
A María desde muy niña le pasaron muchas cosas, fue una niña muy
esperada, muy deseada, muy cuidada, muy educada, muy atendida por su familia, y
eso, eso deja cajitas llenas de sentimientos lindos. Luego de su infancia le
pasaron otras más cosas, se le apareció un ángel que le anunció un plan de
Dios, EL plan de Dios; eso debió dejar una cajita enorme, repleta de muchos
sentimientos! Luego se fue a casa de su prima Isabel se acuerdan, ahí fue
reconocida como madre de Dios, ella no había hecho baby shower ni nada para que
le dijeran nada, solo llegó a ayudarle a Isabel, y aún en ese momento en que
ella era la ayudante, le pasaron cosas fabulosas, luego la preocupación de ir
con José al censo, de tener que parir en medio de la mugre, lejos de su casa,
sin familiares que le ayudaran; otras tantas cajitas… Luego empezaron a llegar
mucha gente desconocida a adorar a su bebecito, pastores, reyes, animalitos,
todos se postraban ante su bebé; otro cargamento de cajitas… Luego el rey Herodes
persiguió a su bebé queriendo matarlo, y mató a muchos bebés, ella se enteró de
eso y huyó, pero en las carreras, ooootras cajitas… Luego se le perdió el niño,
luego que no se le casó el hijo, luego que se juntó con su grupo de amigotes y
andaba del tingo al tango, luego que le atraparon al hijo y se lo mataron,
luego que le resucitó el hijo, luego que se le fue al cielo…
Si nosotros, que tenemos una vida normal, tenemos nuestro almacén de cajas
con sentimientos todo atiborrado, imaginen María!! Y ella siempre estuvo ahí,
desde antes de que Jesús llegara hasta después de que se fue, siempre paciente,
siempre callada, siempre atenta a ayudar, siempre ahí.
Algunas veces, no sé ustedes, pero a mi me pasa, que cuando nos dicen
que deberíamos ser como Jesús, sentir como Jesús, hacer como Jesús, repito, al
menos yo, pienso, bueno, sí, lo intento, pero Jesús era Dios mismo! Sí hombre,
pero Dios!! Como que me van a faltar dos rayitas para llegarle!!
Pero y María? María no era divinidad, María no tenía superpoderes,
María era tan humana como tu y como yo, no deberían faltarme dos rayitas!! Si
María pudo, yo también debería poder!
María, por su parte, guardaba todas
estas cosas y las meditaba en su corazón.
Algunas veces suponemos que lo que nos mueve por todas partes en la vida es el
almacén de los archiveros, el que tiene papeles y papeles de conocimientos, y
no, lo que nos mueve por la vida, es el almacén de las cajitas. El de las
cajitas que son desechables. Hoy primero de enero, a imitación de María, en el día de su solemnidad, te invito,
a que antes de hacer tu lista de ir al gym y elegir la dieta keto, te sientes a
revisar las cajitas, que recicles las que tienes llenas de resentimientos, que
abras las que tienes pendientes de perdón, que tengas a la mano las cajitas que
estén llenas de tranquilidad, esas que ves y te hacen respirar despacito, esas
atesóralas, porque el 2025 que está comenzando viene con todo, como cada año:
viene con calor y con frío, viene con lluvia y sequía, viene con comilonas y
con hambre, viene con agua y con sed, y sin temor a equivocarme, vamos a
necesitar de cada cajita linda que guardemos en nuestros almacenes de
sentimientos para salir avante en cada situación que se nos presente.
Siempre digo: Que Dios nos ayude con eso, pero hoy, creo que es mejor
decir:
Que la Santísima Virgen María nos ayude con eso.
Nada para el resto.
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