lunes, 9 de noviembre de 2009

Nunca he hablado de política

Hay varias clases de política, y no.
Una la que todos imaginan, la que usa el gobernante disque para gobernar, otra la que usan potencias guerreras, disque para dominar, otra que usamos todos de a diario, disque para sobrevivir, y otras tantas que no vienen al caso por ahora.
Todas son una sola, y se resumirían en saber tratar al de junto y lo que quieres obtener de eso.

Luego entonces:
  • Si tu le peleas al de al lado, el de al lado estará siempre a la defensiva y nunca recibirá de ti nada de buena gana.
  • Si dices buenos días aún cuando al principio nadie te responda, eventualmente recibirás a cambio un "buenos días".
  • Si ayudas al vecino cuando necesite, podrás recibir ayuda cuando tu la necesites. Y al contrario, si siempre te niegas a dar apoyo a tu compañero, no puedes esperar más que un "no" a cambio.
  • Y en sentido contrario, si te agreden, te defiendes.
  • Si te lastiman, te quejas.
Más allá de lo privado:
  • Si tu presionas a tus empleados a trabajar horas extras diarias, no podrás esperar que lleguen de buenas diario, o que te puedan contar de sus vidas personales luego de que absorbes todo su tiempo trabajando, si no te has dado cuenta, lo dejaste sin vida personal desde hace mucho.
  • Si mandas a tus soldados a "curar" las mentes de otros soldados, no puedes esperar que se vayan al frente tan tranquilos como si no supieran a lo que se enfrentan.

Lo que te rodea lo aprendes, y no puedes aprender lo que no conoces. No puedes pedirle una sonrisa a quien nunca ha visto a nadie sonreír, no puedes pedirle un trabajo bien hecho a tu empleado, si nunca has explicado lo que para ti es un buen trabajo.

Y así, con la más pura ley del ojo por ojo se nos pasan los días a todos en esa empresa en donde trabajo. Y no es cosa de mala onda, es que nadie sabe cómo tratar al de junto para obtener lo que necesita. Por reacción natural, el animal que enseña los dientes obtiene la imagen de los dientes del animal de enfrente. Cualquiera supondría que los humanos se cortan con otra tijera, y que la bondad y amor de Dios y shalala.... pero no es así, aceptémoslo, somos animales de reacciones normales ante situaciones comunes. Yo, sigo reaccionando con mis peores deseos hacia varias personas, palabras filosas a quienes las merecen y dos que tres trancasos a quienes los han ganado (y cabe mencionar, que son quienes nunca entenderían las palabras -cada quien sus capacidades-).

Tampoco quisiera que pensaran que lo sé todo en cuanto a política. Por ejemplo, no sé cómo recibir invitaciones a medias, en esos casos yo no entiendo si en verdad me quieren ahí o si solo es una invitación "porque ni modo de no decirte". Cuando yo invito procuro dar toda la información que pueda necesitar mi invitado, cosa que ya a estas alturas supongo que solo hago yo, y que claro, espero a cambio... pero no. Por ejemplo, cuando cumplí décadas, invité a algunos a Acapulco, junto con la invitación iba el nombre del sitio a hospedarse, el clima, los menús, el mapa, sitios cercanos, horarios, servicios, espacios, precios, etc... dirían "ay si que fácil! cualquiera conoce aca" pero no, quién me da derecho a suponer lo que los demás saben o no? quién me da derecho a decidir qué información es útil y cuál no? nadie nunca sabe... que chocosa es la política.

Besos a quienes pueden obtener lo que necesitan sin mayor trámite que pedirlo.

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