jueves, 22 de agosto de 2024

Del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

 Hoy quisiera que regresemos un poquito en sus misales a la primera lectura.

Ay de los pastores de Israel… y luego dice muchas cosas que se resumen en “te estas aprovechando de mis ovejas, las estas usando! Mis ovejas andan todas desperdigadas, no tienen pastores, y los que hay, no las cuidan bien.

Híjole que rudo ese recado no? Porque eso se lo dijo Dios a Ezequiel para que nos lo dijera a nosotros. Qué estamos haciendo? Cómo estamos tratando a cada ovejita de Dios? Cómo voy manejando mi responsabilidad como cristiano que tengo de ser pastor? Y no estoy diciendo que yo soy sacerdota, soy solo una laica bautizada como tu, pero la responsabilidad de ser pastor me la dieron en mi bautizo, y también te la dieron a ti! Si estás bautizada en la Iglesia Católica, tienes esa responsabilidad igual que yo. Y desde tiempos de Ezequiel las ovejas ya andaban todas desbalagadas! Pues qué aprendimos desde entonces? Porque hoy no andamos muy diferente que en aquel entonces. Qué parte no hemos entendido? Qué nos está fallando?

Y luego nos dice Jesús en el Evangelio, nos repite que nos va llamando a trabajar, algunos trabajarán más, otros trabajarán menos, y todos tendremos el mismo salario. Y como desde entonces cuando Jesús andaba por acá, no va a faltar quien diga, o quien piense, incluso, quien exija, que al llegar al cielo le toca más grande la parcela de terreno, porque ha trabajado más, porque ha sido más años sacerdote, o porque logró ser, no sé, funcionario en el vaticano y hay quienes solo ayudan a acomodar las bancas. Tú en qué escalafón de tamaño de terreno te colocas? Entre los que merecen hasta pensión por vejez o que esperan el pase directo para no hacer fila con San Pedro? Porque has sido catequista, o porque cantas en el coro, o porque has aprovechado alguno de los talentos que Dios mismo te dio? O deberíamos todos esperar solamente lo que se nos ha prometido, que no es poco, pero es lo mismo que a todos, y aún así, hacer el esfuerzo extra por cuidar al rebaño que anda tan  perdido? Tú qué vas haciendo? Cómo te vas ganando el denario que te prometió Dios? Y cuando lo hagas, recuerda los evangelios y las lecturas de ayer y antier: Hazlo todo calladito, sin soberbia, sin esperar nada extra, seguro de que Dios te ha estado amando todo el tiempo, y con la voluntad de servirle a Él, sirviendo a los que estamos acá en la tierra.

 

Y que Dios nos ayude con eso.





Hoy besos a nadie, porque seguimos igual que en tiempos de Ezequiel.

martes, 20 de agosto de 2024

Del santo Evangelio según san Mateo 19, 23-30

 De casualidad estuvieron ayer en la Celebración de la Liturgia?

El evangelio de ayer es el texto previo al de hoy. Lety y Alex nos comentaron en su homilía sobre el apego que tenemos al dinero, a la riqueza material y cómo usarla… cuando la tenemos verdad?

Hoy la Liturgia completa profundiza en ese aspecto, fíjense… Celebramos a un Santo que fue sumamente inteligente, taaaan inteligente que lo buscaban reyes y papas para que les diera consejos, les dijera qué hacer, que les ayudara a resolver los asuntos que iban surgiendo. El Tesoro más preciado de Bernardo era su mente, pudo haber hecho con sus ideas, lo que quisiera, pero decidió ponerlo al servicio de los demás.

En la primera lectura de ayer, Dios habló con Ezequiel, y le dice, mijito, te voy a quitar lo que más quieres, pero no te voy a dar tiempo ni de lamentarlo, porque tienes la obligación de servir a tu pueblo.

En la primera lectura de hoy, Dios mismo le manda un recado al Príncipe de Tiro y le dice, mijito, ya se te está pasando la mano de soberbio, de alzadito, te estas creyendo mucho, si sigues así la muerte que te toque no va a ser muy bonita eh!

El salmo hoy nos recuerda que quien da la vida es el Señor, y que perderlo a Él es perder la cordura.

El Evangelio de hoy no se queda atrás en recalcarnos la misma lección: Si te apegas a lo que no es Dios, no va a pasar nada bueno. Si te vas fijando en la vida en tener y acumular, te vas perdiendo de ser y de sentir, de entender y de servir. Y sí, en los textos habla de “riqueza” y por eso nuestra mente se va a pensar en monedas de oro y tener una cuenta bancaria con muuuchos ceros, pero eso no es, recordemos que los evangelios están todos escritos en parábolas. Qué cosa es tu riqueza? Qué es lo que atesoras como posesión preciosa? Tu coche? Tu casa? Tu título profesional? Tu cuenta del banco? Tu pareja?

Ojo!! Nadie está diciendo que no cuides de eso, todos vamos por la vida procurándonos bienestar físico y económico. Lo que desde ayer nos está enseñando la liturgia es dónde deberíamos colocar nuestras prioridades. Porque cuando primero ponemos la paz que nos da Dios, disfrutamos de todo lo demás; cuando primero compartimos el amor que Dios siente por nosotros, todo lo demás crece y se magnifica; cuando soltamos lo que no es importante, y atendemos lo que sí es importante para la tranquilidad y felicidad de los demás y la propia, pasar por el ojo de una aguja va a ser pan comido.

 

La tarea de hoy es de lo más complicada, porque es de revisarte en el espejo, donde no te puedes esconder de ti mismo, la tarea va de revisar en qué estás invirtiendo, si eso es importante, si eso es para bienestar tuyo y de los tuyos, si va a servir a tu comunidad para algo positivo. Y si no, y ahí está lo más complicado, habrá que corregirse uno mismo, habremos que redirigir los esfuerzos.

 

Y que Dios nos ayude con eso.






Besos a quienes logran pasar por el ojo de una aguja.

Nada para el resto.

Que el día de hoy somos todos.

miércoles, 7 de agosto de 2024

Del santo Evangelio según san Mateo 15, 21-28

 Uuuuyyy.

Éste no es el más favorito de los Evangelios para escuchar, o para analizar, porque podríamos caer en muchos errores.

Podría parecer que Jesús se niega, podría parecer que Jesús no quiere escuchar a todos, podría incluso, parecer que hay que corregir a Jesús. Yo no creo que ninguno de esos enfoques sea adecuado para alimentar nuestra fe, o nuestra vida.

Tenemos a una mujer cananea, a una pagana, ella no era judía, y recordamos que Jesús era judío, hablándole a Judíos, en un tiempo en que en un territorio hay varios pueblos muy separados.

Ésta mujer le ruega a Jesús por un milagro, pero hay que darnos cuenta de algo muy importante, no en éste pedacito del Evangelio, si no en los 4 Evangelios completos: Cada vez que Jesús hace un milagro, no es como las farmacia de similares que se sienta en un lugar y hay filas de pacientes, los milagros que hace, son para enseñarnos algo, son para que entendamos mejor las palabras que está proclamando.

Resucita a uno, sana a otro, compone una fiesta… pero lo importante no es el milagro solito, es todo el contexto en el que pasa el milagro.

En éste, la mujer le dice que, aunque sea, querría las migajas de lo que sea que Él da.

Y ahí está la lección. No en que si una persona es pagana o si otra es judía, como si una mereciese más que otra.

Ésta mujer se tomó el tiempo de esperar, de pedir una y otra vez, hasta los apóstoles ya estaban cansados de oírla, ella perseveró en la petición, y no era un beneficio para ella, era para su hija. Alguien por aquí con una hija o una sobrina o una hermana por quien esté pidiendo un milagro?

Cuando Jesús le dijo que él no era farmacia de similares repartiendo milagros como cupones de descuentos, la mujer insistió en su petición, se hizo humilde al pedir, y ahí fue cuando Jesús nos da a todos una lección.

Primero: Perseverar

Segundo: Orar por los demás.

Tercero: Nadie merece las migajas, mereces el milagro completo.

Cuarto: LA PALABRA no se limita a un pueblo. Las lecciones que Jesús nos deja son para todos. Y si Jesús no hace distinción alguna, ni al hablar ni al actuar, nosotros menos! El amor es para todos.

 

La semana pasada les dejé de tarea una frase de San Ignacio de Loyola, bueno, ésta semana, busquen una de San Cayetano. No la primera que te salga en google, busca muchas, elige ESA con la que te identifiques, esa que te sirva, y la agregas a tu agenda o a los papelitos pegados en el refri para que la tengas presente.

 

Dios nos permita entender La Palabra y cumplir la tarea de hoy.




Besos a los congruentes.

Nada para el resto.

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26

Éste Evangelio es conocido por los exégetas, que son esto teólogos especialistas en explicarnos los evangelios, como el Evangelio de las bie...