De casualidad estuvieron ayer en la Celebración de la Liturgia?
El evangelio de ayer es el texto previo al de hoy. Lety y Alex nos
comentaron en su homilía sobre el apego que tenemos al dinero, a la riqueza material
y cómo usarla… cuando la tenemos verdad?
Hoy la Liturgia completa profundiza en ese aspecto, fíjense… Celebramos
a un Santo que fue sumamente inteligente, taaaan inteligente que lo buscaban
reyes y papas para que les diera consejos, les dijera qué hacer, que les
ayudara a resolver los asuntos que iban surgiendo. El Tesoro más preciado de
Bernardo era su mente, pudo haber hecho con sus ideas, lo que quisiera, pero
decidió ponerlo al servicio de los demás.
En la primera lectura de ayer, Dios habló con Ezequiel, y le dice, mijito,
te voy a quitar lo que más quieres, pero no te voy a dar tiempo ni de
lamentarlo, porque tienes la obligación de servir a tu pueblo.
En la primera lectura de hoy, Dios mismo le manda un recado al Príncipe
de Tiro y le dice, mijito, ya se te está pasando la mano de soberbio, de alzadito,
te estas creyendo mucho, si sigues así la muerte que te toque no va a ser muy
bonita eh!
El salmo hoy nos recuerda que quien da la vida es el Señor, y que
perderlo a Él es perder la cordura.
El Evangelio de hoy no se queda atrás en recalcarnos la misma lección:
Si te apegas a lo que no es Dios, no va a pasar nada bueno. Si te vas fijando
en la vida en tener y acumular, te vas perdiendo de ser y de sentir, de
entender y de servir. Y sí, en los textos habla de “riqueza” y por eso nuestra
mente se va a pensar en monedas de oro y tener una cuenta bancaria con muuuchos
ceros, pero eso no es, recordemos que los evangelios están todos escritos en
parábolas. Qué cosa es tu riqueza? Qué es lo que atesoras como posesión
preciosa? Tu coche? Tu casa? Tu título profesional? Tu cuenta del banco? Tu
pareja?
Ojo!! Nadie está diciendo que no cuides de eso, todos vamos por la vida
procurándonos bienestar físico y económico. Lo que desde ayer nos está
enseñando la liturgia es dónde deberíamos colocar nuestras prioridades. Porque
cuando primero ponemos la paz que nos da Dios, disfrutamos de todo lo demás;
cuando primero compartimos el amor que Dios siente por nosotros, todo lo demás
crece y se magnifica; cuando soltamos lo que no es importante, y atendemos lo
que sí es importante para la tranquilidad y felicidad de los demás y la propia,
pasar por el ojo de una aguja va a ser pan comido.
La tarea de hoy es de lo más complicada, porque es de revisarte en el
espejo, donde no te puedes esconder de ti mismo, la tarea va de revisar en qué
estás invirtiendo, si eso es importante, si eso es para bienestar tuyo y de los
tuyos, si va a servir a tu comunidad para algo positivo. Y si no, y ahí está lo
más complicado, habrá que corregirse uno mismo, habremos que redirigir los esfuerzos.
Y que Dios nos ayude con eso.
Besos a quienes logran pasar por el ojo de una aguja.
Nada para el resto.
Que el día de hoy somos todos.
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