domingo, 8 de junio de 2014

Inmejorable

Querido Dios,

Gracias por despertarme hoy, por permitirme vivir rodeada de personas que me aman, por todo lo que me das cada día. Y que justo hoy me llenaron de felicitaciones, buenos deseos y bendiciones.

Gracias también por todo lo que me das y nunca te he pedido, confirmo cada día que me conoces mejor que a nadie y sabes lo que necesito.

Gracias también por todo lo que me quitas, porque aunque yo pido y me pongo necia, sabes mejor que nadie lo que no debo tener y lo que me sale sobrando y debe desaparecer.

Gracias por mi nuevo año, ayúdame a hacer de éste uno maravilloso.

Amén.



No hay comentarios:

Del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37

  Hoy toca hermanos y hermanas, un evangelio bien rudo!! Antes de entrarle de lleno, quisiera que hablarles un poquito de la empatía. No...