lunes, 27 de enero de 2014

Afán corrector

Una de las maldiciones de la docencia, que no por ello significa que todo en la docencia sea maldición, es la corrección instantánea.

Tengo una persona mayor en la oficina, que se empeña en ser maestro del mundo, y corrige todo lo que le parece perfeccionable, que según él, es un beneficio a la humanidad, es su forma de dejarnos un mundo mejor, aunque de paso nos hace la vida imposible a compañeros, clientes y proveedores.

Algunas veces lo queremos medio matar, y otras también, aunque sea de a zape en zape. Por eso ya entré a terapia, para evitar mis intenciones atropellativas al ver que alguien mayor de 15 sigue teniendo faltas de ortografía.

Besos a quienes se les debe corregir lo menos.
Nada para el resto.

2 comentarios:

sapis dijo...

hola. seguramente yo tambien tenga muchos errores de ortografia tambien, las tildes nunca las utilizo en el computador, ni siquiera se como se ponen. perdona jiji. ni modos el espanol se me volvio un poco peor desde que no lo utilizo con constancia en fin. queria comentarte que te he otorgado un premio. y puedes pasar a recogerlo en mi blog. sapissapis.blogspot.com
http://sapissapis.blogspot.se/2014/01/un-premio.html

Ministry of Silly Walks dijo...

Curiosamente, no me provoca estertores ver faltas de ortografía. Pero ¿sabes que sí me resulta intolerable? El uso equivocado de "demasiado".
Fijaciones que tiene una.

Del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

  RESPIRA   Seguimos de pascuas!! Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo...