viernes, 7 de febrero de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26

 Qué palabras tan difíciles nos deja éste evangelio.

La semana pasada tan sencillo, se acuerdan? Que hasta el mismo Jesús nos re-explicó su propia parábola, y ahora, muy claramente nos pide todo.

Y ahí justo, en darnos completos, fallamos todos. Pero no se me sientan tan mal, porque justo de eso va todo el secreto para ser cristianos. Y en honestidad absoluta, no podemos dar todo, porque todos damos lo que tenemos, y si no tienes nada, qué das?

Ahora, esto se debería entender de cuatro maneras, creo yo, a ver si estás de acuerdo:

 La primera es que cuando eres muy constante y suertudo en tu trabajo, y te toca tener cosas materiales, lo que hacemos todos, es cuidar eso material, que no nos lo roben, que no se nos acabe, lo administramos, aunque sea poquito, lo repartimos entre las obligaciones que tenemos, o eso deberíamos hacer. Ganas tu sueldo, y pagas los gastos que tienes con tu familia, que la renta, que la alimentación, que las colegiaturas, que el transporte, que la ropa; luego de eso, apartas una parte para tu retiro, para los seguros médicos, para las emergencias, para las vacaciones; luego de eso, si queda un poquito lo compartes con alguien más que no es de tu familia, o eso pasa más o menos… A veces no alcanza para todo lo que acabo de mencionar, pero lo intentamos.

Desde ahí, ya el "darlo todo" es un tarea que no cumplimos, porque o nos hacemos majes o no nos alcanza para todo.

La segunda, que es un poco más difícil, es cuando nos compartimos a nosotros mismos, cuando acompañas a un amigo, cuando le ayudas a alguien, y ayudarle te lleva tiempo, cuando te detienes a escuchar atento a una persona que se siente sola, cuando compartes tus talentos con tu comunidad sin cobrarles o esperar nada a cambio. Y eso sí que resulta difícil. Enseñarle a un colega en el trabajo los secretos de tu puesto, qué tal? O ayudarle a alguien a hacer su contabilidad y decirle cómo hacer sus trámites de hacienda? O encontrar las palabras con las cuales acompañar a un amigo en un funeral sin resultarle incómodo u ofensivo? (a mí me cuesta mucho eso, por ejemplo).

 En eso tampoco vamos cumpoliendo con "darlo todo", si lo diésemos todo no tendríamos tiempo para el fb, o el ig, ni la tele ni ir al cine, porque siempre hay alguien que te necesita!

La tercera, que creo que es la que resulta más difícil (como si las anteriores fueran fáciles, ajá), es mejorarte a ti mismo, para poder hacer mejor la primera y la segunda. Uy!! Qué cosa estoy haciendo que me destruye a mí mismo? Fumo? Como lo que debo? Hago suficiente ejercicio? Qué me falta hacer para mejorarme a mi? Qué estoy haciendo mal? (porque la verdad todos sabemos lo que estamos haciendo mal). Soy una (me uso de ejemplo, pero tu ponle tu nombre a ésta parte) soy una mamá mentalmente sana? No tengo traumas o heridas anteriores que no me permiten ser una mejor madre? No necesitaré ir a terapia para sanarme yo antes de seguirle a esto de la familia? Y bueno, se me ocurrió eso de ser mamá, pero soy buena hija? Soy la mejor esposa que mi esposo puede tener? Soy el mejor esposo que mi esposa puede tener? En mi trabajo soy lo mejor que puedo ser? No me faltará un curso de actualización, unas clases de idiomas, o de sistemas, una mejor organización de mis horarios para llegar siempre a tiempo a la oficina?  En mi comunidad, donde vivo, soy la mejor vecina? Me faltará ser un poquito más paciente con los que viven cerca? Tal vez me falte ser un poco más ecológica y arreglarle un pedacito al camellón, o al parque que me queda cerca? Cuando voy manejando soy el mejor conductor? No le aviento el coche a nadie, cumplo con el reglamento de tránsito a rajatabla? Qué rudo!! Porque "darlo todo" es tomarme en serio todo!! Y no lo hacemos.

Pero eso no es el TODO de "darlo todo".

El evangelio dice: si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga

Como cristiana católica, cómo puedo mejorar? Vamos, nosotros estamos en la liturgia diario, y en el café fraterno y en las cases presenciales de los jueves y retiros y shalala, pero qué hago con todo esto que aprendo? Lo dejo en el cuaderno? Me conecto, me persigno, le apago al zoom y aplico algo a mi vida de lo que aprendo aquí? O cómo le estoy haciendo, haciendo, vamos, que de verdad sea verbo, qué estoy haciendo para que tengamos aquí el Reino de Dios?

 Porque justo, cuando me hago maje, en cualquiera de los 4 puntos anteriores, es cuando me estoy avergonzando de Dios, un hijo orgulloso de su padre no desobedece, no se hace menos, no se quita el apellido, y tu apellido es “DE CRISTO” te llamas Lety DE CRISTO, Remi DE CRISTO, Alex DE CRISTO. Hoy estamos invitados a HACER honor a eso. Hoy YO HAGO, como verbo en presente, lo que esté a mi alcance para darlo todo como hija de Dios.

 

Vaya tarea la de hoy!!












Besos a los generosos.
Nada para el resto.

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26

  Qué palabras tan difíciles nos deja éste evangelio. La semana pasada tan sencillo, se acuerdan? Que hasta el mismo Jesús nos re-explicó ...