RESPIRA
Seguimos de pascuas!!
Oigan, éste Evangelio parece como que muy sencillo no? Siempre digo eso y nunca resulta tan sencillo.
Es un Evangelio de “No te me confundas, vámonos por partes”
Primero: Aclaremos que Moisés no consiguió el Maná que cayó del cielo,
ese fue Papá Dios que cada mañana, se paraba tempranito, preparaba el desayuno
y mandaba desde el cielo, el Maná para que todo el pueblo de Israel comiera y
pasara por el desierto. Démosle crédito al que corresponde.
Hasta ahí, todo sencillo no?
Segundo -y se nos va complicando la cosa-: Jesús dice clarito: “YO SOY el pan de la vida”, lo que he
hecho y dicho ES lo que te da la vida. Y qué es eso? Qué he dicho y hecho? He
dicho que nos portemos bien unos con otros, he dicho que hay que ser
congruentes, he dicho que hay que ser justos, he dicho que todos somos hijos
del mismo Dios, es decir, que todos somos hermanos. Y por si no me creen lo que
he dicho, lo he hecho, y qué he hecho? Me siento a comer con todo el mundo sin
importar si son pobres o si son de éste pueblo o del otro, me detengo a
hablarle de amor a todas las personas, atiendo a mis amigos, ayudo a los
enfermos, comparto mis cosas, mis alimentos, le procuro el bien a todos.
Y también dice Jesús: “El que viene a mí no tendrá hambre, y el que
cree en mí nunca tendrá sed”. Hambre y sed de VIDA, de la vida que Jesús ES. Eso
se lee y se oye precioso.
En ese momento tenemos dos opciones: Puedo tirar la toalla, y enojarme
y entristecer y hacer berrinche y enredarme en el “ésto no es vida”, o puedo
respirar profundo, puedo cerrar los ojos unos segunditos, puedo buscar en mi
mente el rostro de alguna persona que me traiga paz, podría ser el rostro de
una estampita de Jesús, o una imagen de la Virgen María, o podría ser el rostro
del Papa, de un santo o una santa de quien soy devoto y que me inspire; o aún mejor, podría ser el rostro de tu
mamá, o tu pareja, o tus hijos, o de algún amigo, o tu perro, no sé!! Pero alguien que tengas aquí, a la mano!! Y ya que
lo tienes aquí, lo podrías abrazar, le podrías echar una llamadita si
está lejos y platicar un rato. Ese es un reto de SER VIDA, uno no tan difícil,
porque siempre podemos encontrar quién nos quiere, casi todos tenemos en mente a esa persona que puede rescatarnos.
Otro reto, no tan fácil, de SER VIDA, sería SER esa persona a quien le
llaman, a quien buscan, quien rescata, quien escucha. ¿Crees que HOY tú podrías estar disponible y dispuesto
para ser esa persona que otro trae a su mente cuando necesita paz? ¿Cuando
necesitan sentirse seguros te llaman a ti? ¿Cuando necesitan ser escuchados tu eres la primera opción de alguien?
Besos a quienes resultan ser la primera llamada (y que no trabajen en el 911)
Nada para el resto.
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