Llevamos ya algunas semanas, no solo los miércoles que nos toca juntos, sino de lunes a domingo, con Evangelios que nos dicen: “oye mijo, yaaaa, no seas así, ya es hora de que te compongas!”. Y esque se nos acerca ya el tiempo de Adviento!! Pero de eso hablaremos después…
ESFUÉRCENSE
Y también sé, que muchos de nosotros, porque me incluyo, sobre todo los
que participamos de forma activa en la iglesia, podríamos pensar, aaay oye!! Ya
no?? No es suficiente que venga a oír la Liturgia todas las noches? No es
suficiente que vaya a mi parroquia a oír misa cada domingo? No hago ya
bastaaaante participando con las lecturas, pasando a recoger las limosnas, repartiendo
las hojitas de la misa? No le dedico ya días enteros de mi vida siendo catequista,
o cantando en el coro, o poniendo la música, u ofreciéndome a llevarme los
manteles para lavarlos y plancharlos, o cualquier otra cosa que haces y cuanto
tiempo le dediques a la iglesia. No hago y a mi parte?
Hoy la tarea es, de nuevo, ir al espejo, y preguntarle a esa persona que ves ahí, si lo que está haciendo es su mayor esfuerzo, si eso que hace podría hacerlo tantito mejor, si podría hacer otra cosa que fuera mejor para los demás? Y no solo dentro de la parroquia, hoy la tarea es preguntarle al del espejo si cuando acaba la misa, cuando sale del templo, cada cosa que hace, cada palabra que sale de su boca, cada modo con el que se conduce, si cada momento de su día podría ser suficiente para pasar por la puerta angosta?
Tu crees que yo no podría acondicionar mejor mi espacio para la
celebración?
Tu crees que podríamos, tu y yo, mejorar dos rayitas más, en los modos
en los que pedimos las cosas? En las que hablamos con la gente? En cumplir con
nuestras responsabilidades?
Si nos esforzamos dos rayitas más, con seguridad, Dios, que siempre me ve, que sabe lo que estoy pensando y planeando hacer todo el tiempo, podría pensar que sí me toca estar del otro lado de la puerta el día en que Jesús regrese?
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