martes, 30 de septiembre de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-56

 Veamos...

Cuando pasaba esto, Jesús ya sabía que tenía sus días contados.

Entendía que tenía que estar en Jerusalen, que tenía que moverse de donde estaba, que no iba solo... a veces cuando viajamos solos es más fácil porque, como sea, uno cabe en un sitio chiquito, pero él viajaba con sus discípulos, que eran muchos, y sus doce apóstoles, eran toda una tropa!!

 Y qué pasó? Bueno, quería llegar a Samaria, porque le quedaba de paso. Así que manda a alguien a que, diríamos hoy, haga la reserva en el hotel.

Y qué le dicen los del hotel?

"Nop, no hay lugar"

No dice que no lo querían, solo sabían que estaba de paso, pero todo lo demás de información del por qué no, nos la inventamos.

Qué tal que había una boda y el hotel estaba lleno, y ya no cabía la tropa de Jesús??

Qué tal que el hotel tenía algún daño y no podía alojar a nadie??

No sabemos, solo sabemos los tres o cuatro renglones que leímos, todo lo demás es suposición.

 

Y qué pasó después?

Santiago y Juan, dos de los apóstoles, le dijeron a Jesús: Oye Chucho, quieres que bajemos fuego del cielo y los quememos a todos por no habernos recibido??

Jesús obviamente los regaña. Les da indicaciones de cambiar de ruta y alojarse en otro lado, en otro, quien sabe dónde, solo en otro lado.

 Y si esto fuera hoy?? Hemos aprendido algo sobre éste tema?? O somos Juan y Santiago que cuando no nos salen las cosas como las queremos buscaos que todo arda en llamas??

 Qué tal cuando estamos en el tráfico y se pone el verde en el semáforo? Inmediatamente alguien toca el claxon para que el de enfrente se apure. El de enfrente no ha tenido tiempo ni de meter primera cuando ya le están tocando el claxon, y si se tarda tantito más se lleva una seña obscena y palabrotas que le gritan los otros carros. Cierto o falso?? Por qué??

Qué tal que le falló el coche y no pudo arrancar rápido? Qué tal que le dio un calambre y la pierna no le hizo caso? No sabemos!! Igualito que pasó en Samaria, no sabemos por qué no avanzó!! 

Y si somos el de enfrente, y alguien más nos apura con el claxon, también nos enojamos!! Y el de atrás también se lleva su seña obscena y sus palabrotas! Y qué tal que le urge ir al baño? O qué tal que no pudo salir más temprano y la escuela le saca a su hijo a la calle sin que nadie lo cuide?? Sabemos qué le pasa?? NO!! Pero juzgamos y nos enojamos y buscamos venganza. Hasta tenemos frases ya bien armadas para esos momentos, apuesto a que se las saben:

 Qué tal la de “Le va a caer el karma” o qué tal la de “Pero hay un Dios que todo lo ve” y no lo decimos como bendición, lo decimos con ganas de que Dios lo castigue.

Lo castigue de qué? Si ni sabemos!! No tenemos, igual que en éste texto, la información completa, solo SUPONEMOS cosas, hacemos juicios, y condenamos.

 Hace 5 años, que inició Pastoral Creativa, Ram nos dejó la primera tarea.

Averiguar el significado de la palabra COMPASIÓN. Se acuerdan de su significado?

Significa identificar en el otro sus sentimientos.

Entre algunos de los sinónimos están: Condolencia (es decir que me duele contigo), conmiseración (es decir, que compartimos la miseria - no la de pobreza, si no la del dolor-), lástima, ternura, piedad, clemencia, solidaridad, humanidad…

 Y cómo vamos con eso?

No solo para no bajar fuegos del cielo para quemar a todo Samaria.

Pero también para no ser el que toca el claxon apenas cambie al verde, para no andar juzgando a las personas por tomar las decisiones que toman, por pensar como piensan, por ser como son, o no ser tal como yo quiero que sean!

Primero, porque el que juzga es Dios, y segundo, porque se nos olvida que NO TENEMOS TODA LA INFORMACIÓN. No deberíamos andar por la vida poniendo etiquetas a nadie, porque no sabemos lo que guarda su corazón,

 

 

Y que Dios nos ayude con eso.







Besos a quienes no tocan el claxon.
Nada para el resto.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6

 El Evangelio de hoy, como cada día nos indica el camino, casi como un mapa. Vamos a ver si nos encontramos en el mapa!!

Primero que nada, el Evangelio dice “reunió a los 12”, los llama a que estén con él. Alguna vez te ha hablado algún amigo que te dice: “Vente un rato a mi casa, acá vemos si preparamos una merienda, o si solo nos hacemos un cafesito con pan, o si pedimos una pizza, o lo que sea, pero vengan un rato. Y qué rico es ir con los amigos, pasar un rato bonito, platicar de las cosas de cada uno, sentirse escuchado y escuchar a otros, acompañarnos. No les parece? Pues igualito pasaba hace 2mil años, Jesús convocó a los 12. Y pareciera que eso no nos incluye, pero sí. Porque hoy somos sus discípulos. Nosotros, los que 2mil años después seguimos su palabra y le hacemos caso! Es a nosotros a quien nos convoca, Jesús NOS reúne esta noche. Y qué nos dice??

 Dice que "les dio poder de expulsar demonios, y de sanar enfermedades". NOS da poder de expulsar demonios, y de sanar enfermedades.

 Y eso nos ha confundido por mucho tiempo. Porque por un lado nos sentimos aludidos al llamado, luego eso de “nos da poder”, lo sentimos que no es para nosotros, como que sí es para mí, pero siempre no. ¿Pero por qué nos confunde?

 

Se acuerdan hace unos meses que les contaba que la escena de la anunciación tiene el virus de Hollywood?? Porque nos imaginamos que en ese momento se le enciende a la Virgen María una lucesota dorada y que le cae brillantina, y baja el angelote Gabriel con unas alas todas iluminadas!!! … Y luego parpadeo, me miro, y a mí nunca se me ha encendido una lucesota dorada encima, tampoco me ha llovido diamantina. Entonces siento que el anuncio no es, ni será nunca para mí.

 Así pasa, igualito, en ésta escena parecería que tengo que esperara que como en Harry Potter, Jesús me dé una varita mágica, con la que expulse demonios como en el exorcista que elevan la cama y le dan vueltas a las niñas, o que sane enfermos con solo ponerle la mano en la frente y se le sane todo. Y parpadeo varias veces, y me miro a mi misma, y mi cama no gira en el aire precisamente, y por ejemplo, mis hijos han tenido fiebre muchas veces y les he puesto la mano en la frente y no han sanado así como por arte de magia, ni con rayitos de luz con diamantina flotando ni nada, entonces, escenas como ésta siento que me quedan grandes, y no hago nada.

 Hace unas semanas hablábamos de los demonios, que, no sé ustedes, pero yo jamás he visto a una persona de piel roja con cuernos de hueso saliendo de la frente y cola roja que termine en lanza negra. Pero sí he sentido en mí garganta el demonio de la tristeza, sí conozco en mis huesos el demonio de la soledad, sí he tenido en mi pecho el demonio de la desesperación, en mis piernas y mis manos el demonio de la flojera. Conocemos los demonios reales, y podemos contra ellos. Dios EN nosotros nos da lo que sea que necesitamos para expulsar a esos demonios, a veces nosotros solos podemos, otras veces tenemos que alzar la mano y pedir ayuda, pero podemos vencer a esos demonios.

 Igual podemos sanar enfermedades, no poniendo la mano encima nada más, ni con rayitos de luz saliendo de la palma de mi mano como Iron Man, pero si veo que se me empieza a poner azul la boca, voy al hospital, consulto al médico, tomo los medicamentos. Si siento que tengo fiebre voy a consulta, tomo el antibiótico que me indiquen. Y cuando no es a mí, cuando no me duele a mí, si veo que mi esposo tiene un dolor de rodilla y no se le ha quitado en meses: esposo, vámonos al doctor, vamos al hospital, que te saquen una radiografía y te acompaño, y te ayudo, y me quedo contigo hasta que sanes, y luego le seguimos a la vida. O tal vez no es fiebre, o un hueso roto, tal vez lo que necesitas es un consejo, compañía, que te ayude con una tarea: vecina veo que estás pintando sola tu casa, necesitas ayuda? Qué tal que nos organizamos los de la cuadra y que cada quien traiga su brocha y entre todos terminamos la fachada en un par de horas, ya luego nos sentamos a tomar un cafesito y platicar? Ya le ayudamos, ya nos acompañamos, nos vamos conociendo y vamos cerrando filas contra los demonios?

 

Si esperamos a que se prenda la luminaria, a que baje un ángel con alas brillantes y que nos caiga polvo de hadas en las manos para moverlas por las personas que tenemos a lado, mejor nos sentamos y nos confesamos, porque estamos pecando por omisión. En éste evangelio queda muy claro el mandato: “los envió a predicar el Reino de Dios y curar a los enfermos”. A veces predicar no es solo leer la Biblia, a veces es meter el hombro para sostener a alguien.

La tarea no es tan grande como creemos, todos podemos hacer algo por otra persona. Ya sabemos qué hay que hacer. Que esa sea la tarea de la semana.

 

Y que Dios nos ayude con eso.












Besos a quienes jamás les ha caído brillantina
Nada para el resto.

Del santo Evangelio según San Lucas 7, 31-35

"Con qué compararé a los hombres de ésta generación?"

 A qué generación creen que se refiera? Si Jesús vivió hace 2mil años, y los evangelios se escribieron hace como 1,900 años, más o menos, y hoy nos siguen pareciendo que son de hoy… no será que nos cuesta, a los seres humanos, mucho, pero mucho trabajo aprender las lecciones?

Al inicio de la celebración les invité a pensar, cómo te gusta que te enseñen? Suavecito? Que te repitan las cosas muuuuchas veces? O eres de los que prefiere que se le digan las cosas una sola vez y ya con eso? O tal vez, seas (seamos) de los que se les dice las cosas, y con una frase de mamá que todos conocemos “te entra por una oreja y se te sale por la otra”.

Esa es la historia de la humanidad al aprender.

Y no creas que porque ahorita te resonó mucho una de éstas maneras, nunca has sido de los otros dos grupitos, porque todos somos de todos los grupitos, conforme avanzamos en la vida somos a veces de los necios, a veces de los que captan rápido, a veces de los que no queremos ni escuchar a nadie.

Lo podemos aplicar a la escuela, que es donde tenemos mejor idea de que estamos aprendiendo, vamos justo para aprender cosas, a obtener información, formación! Pero qué tal somos en el trabajo? Ay no, mi jefe es un flojonazo, podemos llegar a la hora que queramos, no nos reporta, está bien padre, y del mismo jefe decimos, esque con éste jefe nunca cumplimos las metas de la empresa y jamás nos dan bono de puntualidad, o de cumplimiento.

Qué tal con el esposo o la esposa? Uy si vieras!! Mi mujer cocina delicioso! Seguro voy a engordar porque no hay nada que le salga mal a la hora de guisar. Y de la misma esposa: No inventes, esa mujer como gasta en batidoras, qhora ya quiere la rojita esa, y la licuadora esa que cuesta 35mil pesos, que porque para hacer pan durante la noche, me va a dejar en la ruina.

Y qué tal en la iglesia?? Qué bueno que nos cambiaron de padrecito porque se ve que con éste si vamos a poder trabajar, que tiene muchas iniciativas. Y al rato, oiga padre, pero por qué no dice la homilía más corta porque mire que la misa ya dura casi hora y media y se me hace tarde para ir a dar de comer a la familia, y mire, sí le doy la aportación que estaba pidiendo, pero ya leyó la carta que le mandé? Porque si ese dinero en vez de las despensas mejor lo usamos para impermeabilizar sería más responsable…. Y así… nada nos embona nunca!!

 Desde que Jesús andaba con nosotros por acá, ya sabía que somos tan inconscientes, tan flojitos, tan caprichosos, tan yo quiero que se hagan las cosas como yo quiero que se hagan, cuando yo quiero que se hagan, y porque yo quiero, y si no se hace así ya estoy haciendo berrinches.

 Hoy no hay tarea, hoy hay jalón de orejas, para chicos, para medianos y para grandes. Para laicos y para el clero, para religiosos y hasta para ateos.

 Más responsabilidad en lo que hagamos todos, más paciencia, más escucha, más meter la mano para trabajar por la comunidad, por la sociedad que queremos ser, en vez de criticar a todo y a todos.











Besos a los congruentes.
Nada para el resto.

martes, 9 de septiembre de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

 Qué tal si empezamos como la semana pasada? con la primera lectura. De la carta de Pablo a los colosenses. Pablo tiene un papel fundamental en nuestra iglesia, y no era uno de los 12 eh!!. Él llegó después, y se hizo cargo de su responsabilidad Cristiana de una manera excepcional. Pablo era, además de apóstol, una persona muy inteligente, muy atenta a las personas, muy sagaz, muy elocuente. Empieza ésta parte de la carta diciendo: Puesto que ustedes han aceptado a Cristo Jesús, el Señor, vivan como verdaderos cristianos: permanezcan arraigados y cimentados en él, con fe firme, como se lo enseñaron a ustedes, y en continua acción de gracias.

Por qué lo dice así? Porque sabe que somos débiles, que nos confundimos muy fácil, que nos distraemos con cualquier cosa, que se nos van los pensamientos y cuando menos cuenta nos damos, ya no estamos haciendo lo que debemos… y qué debemos hacer? En la misma carta a los colosenses lo escribe casi como una lista de pendientes. Pero es en el Evangelio de hoy donde nos debería quedar más claro:

 Jesús se retira a orar toda la noche, se sienta con calma, platica con Papá, me imagino como en una mesa de dominó, con todas las fichas que tiene a mano, y van eligiendo su juego. 

Para empezar, de entre quienes elige? De entre sus discípulos, y qué es un discípulo?

Han ido a un concierto de alguien que está de moda? Tal vez es más notorio en la juventud. Han sido fan, pero en serio fan de alguien?, porque cuando somos fans fans de alguien, le seguimos el paso, vamos a donde sabemos que va a ir, nos queremos vestir igual, hablar igual, si es un cantante nos aprendemos todas sus canciones, si es un actor o actriz le vemos todas las obras de teatro, las series, las novelas, las películas, hasta intentamos peinarnos igual que esa persona de quien somos fans.

Algo así es ser un discípulo de Jesús. Quienes solo quieren aprender de Jesús son sus estudiantes, pero ser su discípulo es el siguiente nivel, es querer parecerse a Él en todo. No precisamente en su túnica o en el corte de barbita o el huarache que usaba, si no en las acciones, las actitudes que tiene para con las personas, la forma en que trata a la gente.

Ahí es donde empieza la tarea de éste Evangelio.

 Porque entonces, Jesús platicando con Dios Padre, con todas sus fichas de dominó sobre la mesa…

Deciden entre los dos… Qué fichas son las buenas? Con cuáles me quedo? Qué ficha elijo? Cuál no elijo? Y luego de toda una noche de mucho pensar en su equipo de trabajo, resulta en un equipo variopinto, eligió de todo, tiene jóvenes y viejos, tiene estudiados y artesanos, tiene con familia y sin familia, tiene de los buenos y de los no tan buenos, hasta a Judas lo eligen!!

Y resulta, que años despúes, a nosotros nos eligió también!!

Cuando nos bautizaron, nos nombraron apóstoles, no solo discípulos, sino APÓSTOLES. Y somos de todo, igual que el primer equipo, aquí mismo hay jóvenes y mayores, hay hombres y mujeres, hay artesanos y licenciados, hay solteros y casados, hay padres e hijos, madres e hijas, hay buenos y malos, somos un equipo variopinto.

Igual que los apóstoles originales, tal vez, nos va a tocar un día negar a Jesús 3 veces, tal vez nos va a tocar venderlo por 20 monedas, y esos momentos no serán nuestros mejores, pero seguro también nos toca hablar a todos sobre Jesús, porque somos sus más grandes fans, porque somos sus discípulos, porque nos cae súper bien, porque queremos ser como Él, queremos tratar a las personas como Él nos trata a nosotros. Esa es la tarea. Sabernos fans de Jesús, seguirlo más de cerca que como seguimos a nuestro cantante favorito, usar sus modos de tratar a la gente, parecernos a su estilo de amar a todos, de amarnos entre todos.

Cómo vas tú con eso?

 

 

Y que Dios nos ayude con las tareas.








Besos a los fans intensos.
Nada para el resto.

martes, 2 de septiembre de 2025

Del santo Evangelio según san Lucas 4, 31-37

 Hoy toca hermanos y hermanas, un evangelio bien rudo!!

Antes de entrarle de lleno, quisiera que hablarles un poquito de la empatía.

No digo que siempre siempre, pero caaasi siempre, cuando hablamos de empatía se nos ocurre pensar en la capacidad que tenemos de sentir el dolor de otra persona, y repetarle ese dolor, darle espacio, acompañarle en sus penas, cierto?? Y qué pasa cuando la otra persona siente un gozo inmenso? Cuando cumple una meta que tal vez tú también buscas. Somos igualmente capaces de sentir la alegría y el gozo de las otras personas sin sentir ni tantita envidia? Ni siquiera una crítica chiquita, de verdad podemos sentir lo que siente el otro, acompañarle en los pasos duros que tiene la vida y también en los bonitos, aunque a nosotros no nos estén pasando cosas lindas?

Vamos a dejar ese tema así un tantito, lo vamos a poner aquí de ladito en los pendientes…

 

Ahora sí, vamos con el evangelio.

Hoy pasan cosas interesantes en el evangelio.

Primero, sucede dentro de la sinagoga, para nosotros sería dentro de la parroquia, dentro del templo de nuestra iglesia. Te puedes imaginar a ti mismo ahí sentado en una de las bancas de madera de tu parroquia? Yo sé que si.

Luego, está Jesús predicando, hoy, sería nuestro párroco, ahí paradito al frente, tal vez tu párroco se para detrás del altar para predicar, tal vez, como el mío, se sube a un balconcito que tiene el templo para que todos le puedan ver con claridad, o tal vez, como Ram, prefiera bajar del altar y caminar entre las bancas. Ya lo imaginaste? Y ahí estaba Jesús, predicando, explicando las cosas de Dios, cuando alguien lo interrumpe, le habla feo. Entonces Jesús le responde con voz firme “Cállate y sal de ese hombre”, y un demonio sale del hombre y el hombre cae al piso.  Cómo te imaginaste eso? Como de película? Así como que de una persona se le sale algo como un fantasma y se va volando y sale por una ventana del techo? Yo lo pensaba así.

Pero y si el demonio no fuese un fantasma?

Qué tal que ese demonio es un enojo? O una desesperación? O un malentendido? O una situación que ya le tiene hasta el gorro? Y que a la primera lee hace reaccionar en su peor versión de sí mismo?

Y si ese hombre no fuese un desconocido? Si esa persona fuésemos tú o yo? No me digas que nunca le has contestado feo a alguien? O que nunca has sentido así que te hierve desde el estómago el enfado y dices algo que no querías decir?

 

Hoy hay 2 tareas importantísimas en éste evangelio.

Número 1.- La corrección entre nosotros. Es imposible pasar por la vida sin equivocarnos, chicos y grandes, no ha y manera de pasar por la vida siendo perfectos. El mayor problema es que nos creemos que sí, que nosotros siempre tenemos la razón, que siempre es nuestra forma, la mejor forma de hacer las cosas, de decir las cosas, hasta de sentir las cosas. Entonces, cuando alguien más lo hace, lo piensa, o lo siente diferente, nos sentimos muy prontos a corregir a todos los demás. Y aquí voy a traer nuestro pendiente de hace unos minutitos, la empatía. Cómo estoy haciendo YO HOY, para corregir a otros? Sería la misma forma en que a mí me gustaría ser corregido? Me tomo un tiempo para pensar en la forma en la que digo las cosas, en el mejor momento, las mejores palabras? O solo saco la corrección o la opinión así como me salga?? Corrijo a otros con verdadera empatía??

Número 1.5.- Cómo me estoy dejando corregir? En qué nivel anda mi ego para dejarme corregir? Ando por la vida pensando que soy Juan camaney y que solo yo hago las cosas como se deben hacer? O me dejo moldear? Escucho a los demás? Tomo en cuenta sus opiniones? Al escuchar la corrección que me hacen a mí, me siento siempre herido? O escucho con empatía la corrección?

Y Número 2.- Jesús, tal como leemos en éste evangelio, es claro y firme. Yo le estoy permitiendo a Jesús, a través de sus evangelios, corregirme a mi? O solo voy a misa, o le prendo a la liturgia, al café fraterno, escucho, le apago y hago como si nada me hubiese dicho Jesús a mi? De qué me ha servido todo esto de ser católico?

 

Como les decía al inicio de la homilía, éste evangelio es bien rudo, la tarea esta bien difícil porque implica modificarme a mí mismo desde mis propios errores, y nuestro ego no siempre nos deja vernos al espejo con transparencia.

 

 

Que Dios nos ayude con eso.









Besos a quienes recocnocen su error, y se liberan de sus demonios.
Nada para el resto.

Del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26

 Comunidad, el Evangelio de hoy es la continuación de la lección de ayer…

Nos habla de la forma en la que tratamos a las personas, de lo que debería ser importante, y de lo que en realidad nosotros le damos más valor.

Hoy la tarea es bien difícil, porque siempre acá en la comunidad, en nuestra religión, hablamos sobre no juzgar a nadie, y la teoría suena bien bonita, pero en la vida real, en la vida diaria, vamos juzgando a todo y a todos, porque es necesario!! Si vas caminando por la calle, y ves a un grupo de personas encapuchadas caminando hacia a ti ¿qué hacemos todos? ¡Juzgamos! ¡y rápido! porque en ese buen juicio se nos puede ir la vida. Puede ser que sea un grupo de personas con frío que van a su casa, tal como tú, pero también podría ser un grupo de asaltantes. En ese momento debes decidir si caminas hacia ellos o si cambias de banqueta, o si caminas en dirección contraria, o si tocas en alguna puerta para que salga alguien que te pueda ayudar, o si sacas tu teléfono para pedir ayuda, o si mejor no lo sacas para que no te lo roben. Todos hacemos juicios diariamente, y si pensamos en ese ejemplo ¿ya no suena tan mal enjuiciar a las personas verdad?

 Pongamos otro ejemplo, si tu fueras la persona de reclutamiento de una gran empresa, y estuvieses buscando a un candidato para un puesto que requiere que esa persona tenga título universitario, maestría en la especialidad del área, experiencia en otras empresas del ramo, que tenga cartas de recomendación no solo de sus empleos anteriores, si no personales. Y te llega a entrevista una persona que tiene los brazos todos tatuados, hasta los dedos, la cabeza mitad rapada y la otra mitad de cabellos de colores, seguro ya te imaginaste que también tiene pircing en las cejas y usa botas negras de plataforma… es casi el mismo ejemplo anterior… al verlo haces un juicio… lo que no sabes es que es un candidato que no solo cubre los requisitos, si no que los excede, no solo tiene maestría, tiene doctorado, y su jefe anterior no solo da buena referencia, si no que escribe que no le quiere dejar ir, pero ya no puede pagarle mejor... ¿¿le contratarías??

 La utopía del amor, es que no juzguemos, que no nos fijemos en lo que no importa y que nos amemos por quienes somos. Pero eso, comunidad, es un ejercicio que nos lleva toda una vida para discernir, para elegir qué juzgamos y qué no, para aprender a tratarnos bonito. Puede que solo parezca una lección de un evangelio de martes, pero la tarea de hoy implica templanza, implica sabiduría, implica compasión, implica aceptación, implica sanar nuestras propias heridas para no replicarlas en otros.

La tarea es de diario, de equivocarnos, aprender y rectificarnos. Nadie nace sabiendo tratar bien a todos, nadie nace sabiendo qué es lo verdaderamente importante al hacer un juicio, hay que aprenderlo en el camino.

 

Y que Dios nos ayude con eso.







Besos a quienes han juzgado, y han atinado.
Nada para el resto.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Del santo Evangelio según san Mateo 18, 15-20

 Uuuuy comunidad!!

Éste Evangelio es un arma de muchos filos!! Hay que irnos despacito con éste texto… Pero como siempre, termina todo muy bonito, veamos…

 Tenemos primero, el tema de la corrección fraterna. Y éste tema cambia entre comunidades, cambia entre familias, cambia entre escuelas, cambia con el tiempo, con la región geográfica… no hay una receta fija para éste tema. Y eso es súper confuso para todos. Cuando escribía ésta homilía se me ocurrieron un montón de momentos en la historia en que las personas estaban pensando que así como corregían, era la manera correcta, que ser duros o rígidos, era la mejor manera por el bien de la persona a corregir, y un tiempo después nos dimos cuenta de que no había sido ni por lejos una decisión atinada. Piensen una, no la digan, a mi se me ocurrieron tantas formas equivocadas que no supe ni cómo ponerlas aquí sin que nos diera coraje o tristeza o hasta asco.

 Lo cierto, es que corregir a otro es un asunto sumamente subjetivo, porque lo que a mi parecer puede ser malo para ti no, o al revés. Y entonces? Qué corregir? Cómo corregir? Hoy día es muy común que hablemos de la generación de cristal, cuando nos referimos a personas, chicos o grandes, que no toleran el dolor, incluyendo la corrección. Pero también tenemos de moda, la atención psicológica para sanar nuestra mente, nuestros dolores, nuestras heridas de la infancia.

 Entonces dónde está el punto medio? Corrijo o no corrijo, qué necesito saber, yo mismo, antes de corregir? Cuando me equivoco yo, me corrijo yo mismo, o aún a propósito, le sigo en el error hasta que alguien se queja?

Yo creo que nuestro criterio debería ir encaminado a mejorar nuestra comunidad, desde las pequeñas que mencioné al inicio: la comunidad de mi familia, la comunidad de mi escuela, la comunidad de mi calle, la comunidad de mi trabajo, y desde ahí ir creciendo a comunidades más grandes: la comunidad de mi ciudad, la comunidad de mi país, la comunidad de mi planeta. Sin perder de vista y haciendo ejercicio continuo de: la tolerancia, la compasión, la misericordia.

 Siempre recordando, que nadie, NADIE, es tan malo tan malo, y que nadie es tan bueno tan bueno (ni siquiera uno mismo) y teniendo certeza en todo momento lo que éste mismo evangelio menciona: que si dos de nosotros nos ponemos de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, nuestro Padre celestial nos lo concederá; pues donde dos o tres nos reunamos en Su nombre, ahí está El en medio de nosotros.

 

 

Que Dios nos ayude con eso.












Besos a los que nos equivocamos diario
Nada a quienes corregimos todo.

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-56

 Veamos... Cuando pasaba esto, Jesús ya sabía que tenía sus días contados. Entendía que tenía que estar en Jerusalen, que tenía que movers...